"FESTIVAL DE IMPORTACONES"
Preocupación del sector pyme tras las nuevas medidas del BCRA con respecto a las importaciones y el dólar
Tras los dichos de la vicepresidente, el ministro de Economía anunció nuevas medidas del Banco Central. La resolución habla de aumentar las reservas y controlar el acceso directo a las divisas. Desde Apymet resaltaron la gravedad del asunto y defendieron que las empresas se están garantizando la producción. Consideraron que la solución tiene que ser con ajustes del sector público.
Los dichos de Cristina Fernández en el marco del discurso que dio en la CTA el Día de la Bandera siguen generando repercusiones. Así, tras la referencia de la vicepresidente sobre el “festival de importaciones”, desde la Asociación de la Pequeña y Medianas Empresa de Tandil (Apymet), consideraron que hoy la gravedad del asunto tiene que ver con la energía.
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Así, el presidente de la entidad local, Omar Farah, expresó al conversar con el programa “Cosas que Pasan” de Tandil FM (104.1), que si en todo caso las empresas privadas tuvieran relación con el adelanto de importaciones, lo que estarían haciendo es cubrir su producción sin que haya algo malo en eso.
“Si no tenés autorización o no conseguís como financiarte en el exterior, que son los dos requisitos que piden en aquellos productos que no tienen licencia automática, es necesario garantizarse la producción hacia adelante, lo cual es legal, entendible y racional”, defendió.
Consiguientemente, el ministro de Economía, Martín Guzmán, confirmó que "se va a controlar a quién se le da acceso directo al dólar" y ayer el Banco Central (BCRA) emitió una resolución con la intención de “fortalecer el mercado de deuda pública en pesos, aumentar las reservas y controlar el acceso directo a las divisas”.
Participación del BCRA
El empresario reflexionó que se trata de un tema “muy delicado”, entendiendo que el nuevo ministro de Producción Nacional, Daniel Scioli, se ha puesto “el tema al hombro” para tratar de resolverlo y que las empresas puedan acceder a los insumos necesarios.
Desde su punto de vista, la participación del BCRA en la autorización de importaciones terminó de “complicar la cosa” y lo admitió como el tema fundamental, explicando que dentro de los rubros afectados el más perjudicado es el alimenticio, después de las cuestiones de energía.
Sin embargo, aseveró que son todos los grandes grupos de la actividad económica industrial los que se ven complicados a raíz de los faltantes, porque en todos los casos dependen de algún insumo que provenga del exterior.
Por un lado distinguió que está la demanda inmediata que tiene que ver puntualmente con los alimentos, y por otro lado están los bienes de consumo durables que destacó como lo que le dan fuerza y estabilidad a la economía, refiriendo a los artículos de electrónica y similares.
Ahora, además, para abastecerse es necesario contar con los dólares y Farah consideró necesario sacrificarlos si están contemplados como “ahorro” ya sea por el precio o para mantener la fuente de producción.
Según evaluó, son quienes exportan los que no tendrían problema en contar con la moneda extranjera, pero si es necesario salir a conseguirla ya se requiere de una especulación para la cual “hay que dar una vuelta grande”.
“No queda otra salida si se habla de un insumo imprescindible, porque a puertas cerradas y sin producción no hay dólares que se generen de ningún tipo”, planteó.
Los puntos centrales de la resolución
Según anticipó Martín Guzmán, el Banco Central definió la implementación de medidas para que los bonos en pesos no sólo sean seguros en el momento que se cobran los cupones o la amortización del capital, sino también en el momento que los tenedores requieran hacerse de pesos antes de los vencimientos.
Las medidas extienden el sistema de financiación de importaciones a las realizadas bajo Licencia No Automática y a la importación de servicios y tendrán vigencia por un trimestre, para dar tiempo a la normalización del comercio exterior.
En estas consideraciones, las pymes quedan exceptuadas de las exigencias vigentes de financiar sus importaciones por un incremento de 15 por ciento respecto al año anterior, con un límite de hasta un millón de pesos.
En el nuevo esquema de pagos, las SIMI A mantendrán el acceso al mercado de cambios por el equivalente al promedio mensual de importaciones de 2021 más 5 por ciento o de 2020 más 70 por ciento.
Las SIMI B correspondientes a las Licencias No Automáticas podrán acceder al mercado a partir de 180 días del despacho a plaza.
También se dispuso, en coordinación con el Ministerio de Desarrollo Productivo, ampliar las posiciones arancelarias de bienes equivalentes a los producidos en el país que tendrán acceso al mercado a partir de 180 días y la de bienes suntuarios que podrán acceder a partir de los 360 días.
En cuanto a las importaciones de servicios, se equiparan en el tratamiento a la de bienes, permitiendo el acceso al mercado por el mismo monto que en 2021 y en caso de superar el importe el saldo a 180 días.
Mientras que respecto a las importaciones de bienes de capital, se estableció una regla que permite pagar 80 por ciento en puerto de origen y 20 con la nacionalización.
Complementariamente, se facilitará la prefinanciación de exportaciones, lo cual acelerará el ingreso de divisas especialmente del complejo cerealero, pasando la obligación de liquidar las divisas que se ingresen de 5 a 15 días, y la financiación a largo plazo para precancelar deudas locales en moneda extranjera.
Decisiones para la salida
“Creo que este Gobierno está coqueteando con un monto de inflación que en principio entendió manejable y después se le fue de las manos”, razonó Farah, planteando que en el contexto actual la solución deberá ser encaminada por el lado de los gastos del sector público y cumplimiento del porcentaje de déficit fiscal sobre el producto bruto (PBI).
Avizorando hacía el largo plazo, comprendió que nadie quiere tocar la cuestión de fondo y que tiene que ver con la política del Estado. Como dato fundamental citó que la actividad privada tiene un salario que representa al 40 por ciento de la actividad pública, resaltando que éste no se puede elevar a valores del sector público.
“Ahí tenemos una masa de dinero enorme”, dijo y planteó que sería el salario de la gran masa pública el que debería adecuarse al privado –sin considerar a los planes sociales-, a la vez que también sugirió la necesidad de reducir la cantidad de ministerios. “Hay muchas variables arriba de la mesa, pero decisiones acotadas en cuanto a qué tocar”, agregó.
Después de esto, el segundo paso indicó que sería pensar en crecer. Para eso, tener cero o un mínimo déficit permitiría empezar a acumular “por lo menos” reservas.
“No entra mucho dinero, no tenés créditos, se está complicando la renovación de la deuda en pesos, también los derechos de giro con el acuerdo que se hizo con el Fondo Monetario Internacional”, enumeró y con este escenario, el titular de Apymet aseveró lo imperioso de tomar decisiones, que nunca son blandas.