Preocupación en el sector agropecuario por las restricciones para comprar gasoil
La disparada de los precios internacionales de combustibles y la escasa oferta comienzan a notarse en los surtidores. En Tandil, la venta aún es normal a los productores que son clientes de algún mayorista. Sin embargo, las firmas restringen el expendio a compradores eventuales. En Buenos Aires, algunas estaciones cargan 15 litros por vehículo. La logística, transporte de carga y de pasajeros también podrían verse afectados.

Por la disparada de los precios de los combustibles y la escasez de oferta, las estaciones de servicio empezaron a experimentar problemas de abastecimiento en las últimas semanas a lo largo y ancho del país y advirtieron por la falta de gasoil en surtidores, lo que llevó tanto a mayoristas como a las expendedoras a fijar cupos para la venta del derivado del petróleo.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn Tandil, los proveedores mayoristas que le venden al sector agropecuario no han dispuesto cupos para los clientes regulares, aunque sí restringen las operaciones a eventuales compradores. Esas situaciones generaron alarma en vísperas a la cosecha gruesa, ya que podría generar complicaciones en los próximos días.
En la actualidad, la Argentina produce un 70 por ciento del gasoil que se consume a nivel local y el resto lo importa. Sin embargo, la suba del precio internacional, muy por encima de su valor doméstico, conocido como barril “criollo”, habría llevado a las refinerías a limitar las importaciones para reducir las pérdidas y establecer cupos para venderlo a las estaciones de servicio.
“Todas las estaciones de servicio están teniendo cupos, fundamentalmente con los productos premium, los que determinadas empresas petroleras para complementar el mercado local tienen que importar. Atento a la disparada del Brent, obviamente importar gasoil como nafta de primera calidad el costo es mucho mayor, con lo cual no lo están trayendo y está notándose el faltante”, dijeron desde la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos de Argentina (CECHA).
Cabe señalar que el campo no se abastece de productos premium, pero sí demanda una importante cantidad de litros para poner en marcha las flotas de cosechadoras, motores de generadores y tolvas, tractores, camionetas, además de los que insumen los camiones que trasladan la cosecha a acopio.
Los números
Según los cálculos de Cecha, la mitad de las estaciones de servicio asociadas está trabajando con un abastecimiento de 250.000 litros de gasoil en promedio, un nivel inferior al punto de equilibrio estimado en torno a 315.000 litros. Por las restricciones, las expendedoras aseguran que pueden llegar a estar sin stock durante dos o tres días a la semana.
En tanto, los estacioneros aguardan una reunión con el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, y al ministro de Economía, Martín Guzmán, para solicitarles un ajuste superior al que habilitó el Gobierno a través de YPF, cuando en marzo aumentó un 9,5 por ciento promedio las naftas y el 11,5 por ciento promedio en los premium, el segundo incremento en 2022.
Negaron un desabastecimiento
En las estaciones de servicio de YPF de la Ciudad de Buenos Aires, el gasoil súper subió de 93 a 103,2 pesos y el gasoil premium pasó de 113,4 a 128,1 pesos. Las ciudades de frontera, como en Mendoza y Misiones, son las más afectadas por la demanda desde los países vecinos. Pero desde el Gobierno niegan que haya faltantes y aseguran que es una estrategia de “lobby”.
En abril, comienza la cosecha de soja y maíz y el consumo de gasoil se duplica en el campo, a lo que hay que sumar la demanda en la industria. En el canal mayorista, los precios no están regulados por lo que los incrementos son superiores, lo que generó también la reacción de productores agropecuarios y transportistas.
“Cerca de un 30 por ciento del combustible se importa y como el precio internacional está a casi 105 dólares, la diferencia con el barril criollo (60 dólares) hace que las compañías petroleras importen menos y ese es un motivo del faltante de gasoil”, sostuvo Hugo Cavallero, titular de la Federación Expendedores combustible de la República Argentina (FECRA).
En el sector petrolero, las operadoras sostienen que el abastecimiento es “normal”, aunque reconocen que hay restricciones en las importaciones porque el mundo está “corto” de oferta debido a la guerra y las sanciones a Rusia impuestas por la OTAN, pero también por el impacto sobre los precios. Y aseguran que varias refinerías operan al 85 por ciento, casi al límite de su capacidad.
Las presiones de las estaciones de servicio chocan con la preocupación del Gobierno por una inflación que en marzo podría llegar al 6 por ciento mensual y suma tensiones a la interna. Hace 10 días, el secretario de Energía, Darío Martínez, reclamó mayores subsidios al alertar que los que le habían asignado no alcanzaban para cubrir la importación de gas natural, gas licuado y gasoil.
Advirtieron que “no está garantizado el combustible para levantar la cosecha”
En la víspera, la Confederación de Entidades de Hidrocarburos (Cecha) emitió un comunicado advirtiéndole al Gobierno que “el desabastecimiento, la falta de respuesta de su parte y el atraso en los precios están poniendo en jaque la provisión de combustibles y toda la cadena productiva”.
“El atraso del 32 por ciento en los precios es lo que llevó a que hoy estemos frente a las primeras señales de desabastecimiento en combustibles claves como gasoil y el diesel. Es urgente que el Gobierno convoque a todos los actores del sector y busquemos soluciones para garantizar su normal funcionamiento”, reclamaron.
Según la entidad, que reúne a propietarios de 4.500 estaciones de servicio de todo el país, pese al “leve repunte” de las ventas de combustibles durante febrero y la incipiente suba de precios, la Argentina está “a las puertas de una crisis” que podría afectar a toda la cadena productiva hasta incidir en los usuarios.
“Hace tres meses que venimos avisando por todos los medios que esto iba a pasar”, aseguró Gabriel Bronoroni, presidente de Cecha. “Hoy en las estaciones estamos operando con sistema de cupo, podemos vender 15 litros de gasoil por cliente”, agregó. Además, el dirigente advirtió que este contexto no afectará únicamente a las estaciones expendedoras de combustible, que están operando “a pérdida desde hace años”, sino que además incidirá en toda la cadena productiva. “En estas condiciones, no está garantizado el combustible para levantar la cosecha”, aseveró.