“Presente Continuo” se consagró como la mejor película del 22° Tandil Cine
La 22° edición del Festival de Cine de Tandil culminó anoche con una ceremonia en la que se premiaron las producciones audiovisuales más destacadas. La gran ganadora de la noche fue “Presente Continuo”, dirigida por Ulises Rosell, que se alzó con el premio a Mejor Película, destacándose por su sensibilidad y solidez narrativa.
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El festival, que se realiza desde 2001, puso una vez más el foco en el valor central de la educación pública, la cultura y la formación como pilares de la ciudad. Organizado por la Unicen, el Municipio y la Biblioteca Rivadavia, el evento reunió a más de 800 producciones nacionales y generó una diversa grilla de funciones y actividades que convocaron a un excelente marco de público durante toda la semana.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailA pesar de las dificultades y los desafíos presupuestarios actuales, se destacó el papel fundamental de la Universidad como motor clave en la promoción y difusión del cine nacional, así como en la formación de realizadores y artistas de excelencia. Asimismo, se remarcó el potencial de Tandil para consolidarse como un polo cultural y audiovisual de referencia regional, una identidad que resulta vital proteger y fortalecer frente a los retos presentes.
Uno de los momentos emotivos que ofreció la noche fue el reconocimiento a la participación del Jurado Joven, integrado por estudiantes de escuelas secundarias de Tandil. En representación de ellos, la directora de la Escuela Secundaria 17 del barrio La Movediza, María Teresa Barneche, transmitió su agradecimiento: “Quiero destacar el honor que ha sido participar de este festival, donde los chicos aprendieron un montón y donde pudimos corroborar que la escuela siempre excede el aula cuando hay buenas propuestas como estas, y lo celebramos todo el tiempo. La escuela pública está más viva que nunca. La verdad que fueron instancias maravillosas donde 18 estudiantes de cuarto, quinto y sexto año del ciclo superior de la Escuela Secundaria 17 de La Movediza aprendieron muchísimo.
Y lo más hermoso fue verlos con el respeto que iban observando cada una de las producciones, y los comentarios que hacían en los pasillos de la escuela. Inmensamente agradecidos por habernos permitido esta participación y felicitarlos porque la verdad que es maravilloso lo que hacen. Que esto siga siempre para adelante, y que sea un éxito y una felicidad para todos”.
Los premios
El jurado compuesto por Pablo Giorgelli, Guillermo Saposnik, Jorge Sesán, Camila Sassi y Silvio Torres reconoció también con una mención especial de mejor película a "El mensaje" de Iván Fund, mientras que Cristian Tapia Marchiori se alzó con el premio a la Mejor Dirección, lo que reafirma la potencia visual y estética de su propuesta. La Facultad de Arte de la Unicen, por su parte, otorgó el premio a mejor película a "Gatillero", de Cristian Tapia Marchiori.
Además, el director de fotografía Martín Sapia obtuvo el Premio ADF (Asociación de Autores de Fotografía Cinematográfica Argentina) por su labor en este film, por su excelencia compositiva y su tratamiento preciso del género.
La SAE (Sociedad Argentina de Editores Audiovisuales) otorgó el Premio a la Mejor Edición a Andrea Chignoli y José Luis Torres Leiva por el montaje de “Cuando las nubes esconden la sombra”, una obra que también recibió el Premio a la Innovación Artística PCI. En esa misma categoría, la SAE otorgó una Mención Especial a Manuel Embalse por su trabajo en “Museo de la Noche”. El Premio a la Innovación Artística PC otorgó una mención a "Amor descartable" de Azul Aizemberg.
En el apartado actoral, la Fundación SAGAI distinguió a Mara Bestelli como Mejor Actriz por su interpretación en “El mensaje”, de Iván Fund, subrayando su actuación como “sutil, profunda, llena de verdad y magnetismo”. En la categoría masculina, el reconocimiento fue para Marcelo Subiotto, también por “El mensaje”, film que además recibió una Mención Especial como Mejor Película. Bestelli fue destacada por el jurado como mejor actriz. María Laura Berch y Laura Chiabrando también obtuvieron un reconocimiento por su dirección en "La noche sin mí".
En el rubro de cortometrajes, el premio a Mejor Cortometraje fue para “MDB”, de Milagros Aquilia, mientras que “Café”, de Diego Robaldo y Nicolás Mayer, recibió una Mención Especial.
Dentro de la sección Panorama Tandil, el cortometraje “Anverso”, de Sofía Vicente, fue premiado por su destacada calidad técnica y narrativa, su efectiva construcción del suspenso, y su profundidad simbólica. Recibieron Menciones Especiales “Atávico”, de Mateo Flora y Leonel Costa, y “Esquirlas”, de Juan Manuel Tristán y Juan Pablo Tristán.
Con una programación diversa y una fuerte presencia de cine independiente, el 22° Festival de Cine de Tandil reafirmó su lugar como un espacio clave para la promoción de nuevas voces y miradas del cine argentino actual.
"Tuve que volver a lo artesanal para encontrar la esencia de esta película”
"Presente Continuo", la película ganadora del 22° Festival de Cine de Tandil, nació de un proceso creativo íntimo y complejo. Ulises Rosell, su director, decidió filmar la cotidianidad junto a su hijo Lisandro, que forma parte del espectro autista, con la intención de reflejar su experiencia personal y, a la vez, ofrecer una mirada sobre la crisis cultural y económica actual.
Rosell explicó que “la idea de hacer esta película con mi hijo Lisandro estuvo siempre. Había algo en nuestras particularidades cotidianas que me pedía ser filmado”, aunque sabía que implicaba “exponer mi intimidad, la de mi familia, y había un tira y afloje constante con ese límite”.
Frente a la falta de apoyo institucional y el desmantelamiento del INCAA, el director reconoció que “en un momento me di cuenta de que no iba a haber apoyo del Instituto de Cine, y sentí la necesidad urgente de filmar y que también tenía ganas de filmar un poco la crisis en la que estábamos, que en el caso de mi familia, pasaba tanto por el cine como por la discapacidad”.
Para mantener la autenticidad, volvió a lo básico: “Intenté hacerlo con un equipo técnico tradicional, pero se perdía la esencia. Entonces volví al oficio, a lo artesanal. Yo con una camarita, sin maquillaje profesional, pero con el compromiso de narrar de verdad.”
La película no recurre a golpes bajos ni explicaciones forzadas. En cambio, propone una experiencia de observación en la que el espectador, como el personaje de Jeff (interpretado por el cineasta estadounidense Jeff Zorrilla), debe aprender a acercarse a Lisandro, sin manuales ni certezas.
Rosell buscó que el espectador, a través del personaje de Jeff, “fuera una especie de espectador dentro de la película, alguien que no conoce a Lisandro ni al autismo, como alguien que llega a un país sin saber el idioma, esa sensación de no manejar el código”.
Entre escenas íntimas y registros familiares, el filme se centra en el vínculo tierno y complejo entre padre e hijo. Al respecto, Rosell señaló que “Lisandro tiene rincones de misterio que ningún intérprete puede alcanzar. Lo ponés frente a una cámara y puede quedarse dormido, pero transmite algo que sólo se logra estando ahí, filmando con paciencia, sin imponer una narrativa”.
Además, quiso que la película fuera también política y educativa: “Es una película que muestra que la comunicación puede fallar y que está bien. Porque ahí también hay una historia. Y eso también es narrativo.”
Su apuesta fue construir “desde el fracaso y la incomodidad. Las escenas en las que no sucede nada, también cuentan. Y quizás cuentan más.”
Finalmente, para Rosell el rodaje fue un acto de amor y resistencia: “Para mí, el rodaje siempre tiene que ser placentero. Tiene que ser un lugar al que quiero volver. En este caso, era el deseo de construir algo con mi hijo, de compartir, de estar juntos en otro lugar. Esta película no se podría haber hecho con guión cerrado ni planificación de rodaje. Lisandro no sigue pautas. Lo que sucede, sucede. Y si no sucede, también está bien. Me tuve que bajar el ego como realizador para aceptar eso. Pero ahí encontré la verdad.”
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