Profesionales italianos comparten en Tandil su experiencia en salud mental
Un grupo de médicos de la salud mental de Trieste, Italia llegó a la ciudad para brindar asesoramiento a sus pares en la materia. El director nacional del área, el tandilense Luciano Grasso destacó la importancia de implementar un modelo que genere dispositivos para la rápida inserción de los pacientes que sufren este tipo de patologías.
En el marco del acercamiento que promovió la Conferencia Internacional Basaglia junto al Sistema Integrado de Salud Pública (SISP), durante este fin de semana permanecerá en Tandil un grupo de profesionales médicos del área de salud mental de la ciudad de Trieste, Italia que brindarán su experiencia acerca del cuidado integral de los pacientes.
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El país europeo, es uno de los estados pioneros en implementar un sistema de salud alternativo al que tradicionalmente se conoce como manicomial, para atender la problemática de los individuos que sufren distintas patologías a nivel psicológico.
Acompañados por el profesional tandilense a cargo de la Dirección Nacional de Salud Mental, Luciano Grasso y por la directora del área a nivel local, Cecilia Scheerle, los especialistas brindarán su conocimiento sobre el abordaje interdisciplinario que requiere la materia.
“El intercambio que se produce con los profesionales que nos visitan es muy interesante porque ellos poseen una trayectoria de más de 40 años en el campo comunitario y sobre todo en el seguimiento de los pacientes una vez otorgado el alta”, explicó Scheerle.
La licenciada, señaló que “la idea es conocer algún tipo de herramienta con la que nos podamos nutrir para abordar la temática en el primer y segundo grado de atención, siempre dependiendo de la patología que se trate”.
Destacó también el avance que existe en cuestión de tratamientos para incorporar cuanto antes a los pacientes luego de la diagnosis y acortar así los tiempos de internación para que la persona pueda continuar con su rutina normal.
“Es muy enriquecedor tener este tipo de contactos sobre todo con colegas que tienen mucha experiencia a la hora de aplicar un cuidado integral a los pacientes con padecimientos mentales, y poder desplegar técnicas de trabajo, que a nosotros nos están faltando profundizar”, indicó la directora de salud mental de la comuna.
Un modelo a replicar
Por su parte, Luciano Grasso, director Nacional de Salud Mental mental, brindó detalles sobre la posibilidad de aplicar el modelo europeo en Tandil, debido a las características similares que ambos territorios mantienen en el abordaje de las prácticas médicas.
“Los profesionales que nos visitan han visto que nuestra ciudad posee un sistema de asistencia en atención primaria muy fuerte y entienden que aún estamos a mitad de camino para poder profundizar un arquetipo que nos instale en el modelo comunitario”, subrayó.
Desde una mirada integral, Grasso sostiene que “nuestra comuna tiene la particularidad de garantizar la accesibilidad, es decir, la alternativa de ser atendido de manera rápida e interdisciplinariamente”, mientras que a nivel país esto representa una de las mayores dificultades.
En referencia a las internaciones, describió que a nivel nacional los hospitales generales no aceptan de forma regular a pacientes con trastornos de tipo mental y esto promueve la subsistencia de nosocomios psiquiátricos.
“Aquí en Tandil cuando una persona llega con una crisis aguda y tiene criterio de internación, al llegar a la guardia del Hospital Ramón Santamarina cuenta con una sala específica y eso es importantísimo”, puntualizó Grasso.
Según expresa, el objetivo principal está puesto en la mirada que hay sobre el paciente una vez que el mismo se externa del lugar. “Nosotros debemos avanzar en un proceso para que la persona siga recibiendo atención en la comunidad, con acompañamiento sobre todo en los proyectos de vida que cada uno tenga”.
Optimizar la inversión
En cuanto al direccionamiento de las políticas sanitarias que se emplean desde el área, el licenciado remarcó la necesidad de ir hacia un cambio de paradigma. “Hoy tenemos hombres y mujeres que están internados hace 40 años y esto tiene que ir cambiando con políticas activas que apunten a crear dispositivos como centros de salud, casas de medio camino o emprendimientos de inclusión laboral”.
Para esta transformación, Grasso advierte que no se requiere de una gran inversión en materia presupuestaria. “Las experiencias exitosas muestran que con el mismo presupuesto que hoy se destina a un hospital psiquiátrico, alcanza y sobra para financiar estas herramientas”, dijo al tiempo que reconoció que la aplicación conlleva un proceso de reconversión que no se da en el corto plazo
En el marco del camino hacia esta reestructuración, manifestó que “existe la posibilidad de que en alguno de los proyectos que se quiera encarar, haya que realizar alguna inversión inicial, pero en términos generales se trata de optimizar el componente humano y económico”.
Por último, resaltó que si bien se está atravesando un contexto poco propicio para planificar grandes inversiones “creo que decir que la Ley de Salud Mental no se puede implementar por una cuestión de recursos, muchas veces termina siendo un justificativo en sí mismo, para no cambiar nada”.