Así fue el trabajo del jurado durante el concurso
Se realizó la cata que definirá la Miel del Bicentenario
Un grupo de especialistas degustó y analizó las 20 muestras participantes.
Llevaron a cabo la cata que definirá a la ganadora del concurso Miel del Bicentenario de Tandil. Un jurado técnico integrado por especialistas invitados y referentes locales realizó la degustación a partir de la cual se otorgó un puntaje que finalmente determinará el primer lugar del certamen impulsado por el grupo local de Cambio Rural Fraccionadores de Miel.
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Fue días pasados en el Salón de los Espejos del Centro Cultural Universitario. Allí concurrieron como evaluadores las consultoras del sector apícola Laura Gurini y Beatriz Achaval, junto a la especialista Carolina López, integrante del INTA. También estuvieron el productor y fraccionador local Daniel Fernández, y la licenciada Soledad Varela, proveniente de la Universidad Nacional de Mar del Plata.
Dispuestos sobre una larga mesa, los miembros del jurado se enfrentaron al conjunto de las muestras, que les fueron entregadas en unos pequeños recipientes. Contaron también con agua y galletitas que les ayudaban a limpiar el paladar entre cada una de las mieles participantes. A medida que avanzaban con la degustación y la evaluación en general, asignaron puntos en una planilla.
Carina Libonatti estuvo presente en el lugar, como representante del equipo técnico de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Unicen que tuvo a su cargo los análisis de laboratorio que establecieron, a partir del Código Alimentario Argentino, que cada muestra presentada sea apta para el consumo.
En diálogo con El Eco de Tandil, brindó detalles de los procesos llevados a cabo tanto por la unidad académica, como por los integrantes del jurado técnico.
“Es un análisis sensorial, se evalúa a través de los sentidos, del color, el aspecto, la consistencia, el olor, el sabor. Y mediante una planilla se puntúa cada ítem. La que tiene mejor puntaje gana el concurso”, precisó.
Libonatti agregó que cada jurado comenzó con una etapa olfativa, para luego observar si la muestra presenta algún defecto. Acto seguido se realizó la degustación, proceso a partir del cual se logran percibir mejor los cristales y la consistencia general de la miel, que puede ser más cristalizada o fluida.
La profesional señaló también que, aunque a simple vista pueden parecer similares, “cada miel es diferente de acuerdo al origen botánico, al origen floral, al lugar donde las abejas fueron a buscar el néctar de las flores y el polen”.
A su vez, cada muestra tuvo un paso previo por el laboratorio de la Facultad de Veterinarias. “Lo que se hizo fueron análisis microbiológicos como físico químicos para determinar que las mieles estén aptas para calificar. Hace 20 días recibimos la totalidad de las muestras, y los estudios nos tomaron dos semanas”, explicó Libonatti.
Una vez definidas las muestras con mayores puntajes, las mismas volverán a cotejarse con los análisis de laboratorio, a partir de lo cual se corroborará la muestra ganadora.
Poner en valor la actividad apícola
El concurso Miel del Bicentenario fue lanzado por el grupo integrante del programa Cambio Rural, Fraccionadores de Miel de Tandil. Se trató de un certamen, informaron desde la organización, “que pretende poner en valor la actividad apícola local, que ha cobrado gran importancia en los últimos años debido a su calidad y sabor”.
Al concurso pudieron inscribirse productores de todas las escalas que hayan acreditado domicilio en Tandil en el Registro Nacional de Productores Apícolas (RENAPA). Contó con el acompañamiento de la Municipalidad y agotó su cupo máximo de 20 competidores contemplados en la convocatoria.
La muestra ganadora se llevará, además del reconocimiento como Miel del Bicentenario, un premio que consiste en la compra al doble del valor de mercado de un tambor de su producción. La entrega de los galardones está prevista para el próximo 16 de junio.
Se trata de una actividad encuadrada “dentro del proceso de valorización de la miel de Tandil que viene desarrollando desde 2021 el Grupo de Cambio Rural de Fraccionadores. Desde el sector se viene trabajando fuertemente en el sello de identidad Miel de Tandil, que ya cuenta con avances significativos”, informaron desde la organización.
Entre otras actividades proyectadas por el grupo de Fraccionadores, avanzan en un libro que recopila historias y experiencias sobre la actividad apícola en la región. La iniciativa cuenta también con el aporte del Municipio y del el trabajo de investigadoras de la Unicen. Estas iniciativas se suman a las acciones gestadas desde la Mesa Apícola local.
Además, durante la tarde de ayer, parte del jurado técnico del concurso integró la mesa que dictó la charla “Agregando valor a las mieles”, una instancia abierta y gratuita, pensada tanto para profesionales de la materia como para el público en general.