“Tenemos que llevar calma a los colegas, inquilinos y propietarios”

Durante la semana se conoció que el Gobierno Nacional estaría evaluando suspender o derogar la Ley de Alquileres a los fines de implementar o comenzar a debatir una nueva normativa. La noticia produjo incertidumbre tanto en el sector inmobiliario como en propietarios e inquilinos.

Por tal motivo fue consultado Enrique Alewaerts, presidente del Centro de Martilleros de Tandil, quien expresó que realizó las consultas correspondientes al Colegio Departamental y al Colegio Superior de Martilleros, pero que a la fecha se trata sólo de un anuncio. 

“No hay nada concreto, lo que tenemos que hacer es llevar calma a todos los colegas, inquilinos y propietarios. La Ley es la vigente, la 27551”, afirmó. Hasta nuevo aviso, sostuvo el martillero, “tenemos que seguir trabajando sobre esa Ley, sobre los que están regidos los contratos”.

Como se sabe, desde el sector inmobiliario han expresado en el último tiempo diversas críticas y observaciones con respecto a la normativa vigente, a partir de la cual realizan continuos debates y puestas en común a los fines de considerar e impulsar posibles modificaciones. 

En ese sentido planteó que “estamos esperando la suspensión pero no para que sea una cuestión política para solucionar un momento, sino que esté pensado con todos los detalles que venimos planteando”.

El martillero consideró que la actual Ley de Alquileres es una legislación “pensada en otro momento”, y que no sólo “quedó vieja” sino que también “perjudica a las 2 partes, propietarios e inquilinos”.

En ese sentido sostuvo su mirada crítica con respecto a dos puntos centrales de la mencionada Ley, el plazo de 36 meses de contrato mínimo estipulado, y la indexación que hace que los valores se congelen durante 12 meses hasta que se realice el incremento anual.

“El mercado lo está exigiendo”

“Queremos que esta Ley se cambie”, planteó Alewaerts. El martillero señaló que desde el sector se encuentran “en pleno debate” para promover una modificación de la normativa. Agregó que es una condición que “el mercado está exigiendo, pero cuando digo mercado me refiero a las dos partes, propietarios e inquilinos”.

En relación a los puntos de coincidencia del sector con respecto a los cambios que plantean a la Ley, Alewaerts informó que el primero tiene que ver con una baja en el plazo de contrato de 36 a 24 meses, mientras que el otro se refiere a una revisión del índice de ajuste estipulado.

“Como hoy vos tenés que congelar un valor con una inflación del 100 por ciento a 12 meses, el valor inicial siempre es más alto para poder equiparar los meses que se vienen y entonces perjudicás directamente al inquilino”, planteó.

En ese sentido, sostuvo que “lo que estamos hablando nosotros es de una libre contratación. Que yo pueda pactar con el inquilino depende de su actividad, o de su situación, ver de qué manera como hacíamos antes, vamos regulando esos aumentos o ajustes”.

Así, observó, se trataría en el caso de ser posible de regresar a la legislación anterior. Aunque no de manera completa, sí en cuanto a los puntos mencionados, indexación de precios y revisión de plazos, de acuerdo a lo expresado.

“Al ser libre, hay un montón de iniciativas que podemos utilizar para que sea justa”, planteó Alewaerts,, para luego agregar que “los inmobiliarios estamos defendiendo a los inquilinos y los propietarios, estamos buscando el punto de equilibrio entre esa negociación”.

En el marco de la legislación vigente, consideró, el mercado generó diferentes variantes. “Por ejemplo muchas propiedades se afectan a un alquiler temporal, que te da una seguridad que podés ajustar cada tres meses o utilizar esa inversión de otra manera”, observó.

En ese sentido, agregó, la situación hace que baje la oferta de propiedades para alquileres permanentes. Se trata de una problemática de larga data que como se sabe afecta particularmente a la ciudad. 

“Necesitamos alquileres permanentes, porque hoy tenemos listas de espera. Hay que ser más claros al momento de ofrecer soluciones a los inquilinos”, concluyó el martillero.