Usa silla de ruedas y contó sobre la odisea de moverse por Tandil: “Salir a la calle es una carrera de obstáculos”
Carolina Girodo tiene ELA. Fue a votar y mostró en un video la dificultad de trasladarse. Dialogó con El Eco de Tandil.

Carolina Girodo es una vecina que desde hace más de 10 años vive con Esclerosis Lateral Amiotrófica –ELA-, por lo que debe movilizarse en silla de ruedas motorizada y con ayuda de acompañantes. El pasado domingo 7 de septiembre concurrió a votar y realizó un video en el que contó las dificultades para trasladarse. Pocas rampas, veredas rotas y desniveles, algunos de los obstáculos que debió afrontar en pleno centro de la ciudad.
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Accedé a las últimas noticias desde tu email“¿Habrá alguna ordenanza que contemple esto?”, se preguntó Carolina, quien atendió en su casa a El Eco de Tandil. “Tengo ELA hace más de diez años. Andar en la calle es una de las muchas dificultades que atravesamos todos los que tenemos alguna discapacidad. Tandil está creciendo a pasos agigantados, sin embargo la inclusión es una asignatura pendiente, invito a los nuevos concejales a hacer un Tandil para todos”, sumó la vecina, quien se expresa a través de un software que ella misma opera con el movimiento de sus ojos. Su caso es uno de los tantos que existen a nivel local.
Carolina se desempeñó durante más de 21 años en el área de comercio internacional de Miel Aleluya, y luego fue gerente comercial en Don Atilio. “Trabajé hasta que me enfermé, y me reinventé. Hago cursos, leo, y ahora me propuse mejorar la calidad de vida de todos los que queremos habitar este Tandil soñado”, dijo sin perder la ironía.
Por su condición, debe permanecer acompañada por enfermeras y otros especialistas durante todo el día. En su casa, mostró al equipo de El Eco los cuadros que tiene exhibidos con figuras de diferentes aves, y que ella comenzó a pintar al momento de ser diagnosticada.
Las dificultades de Carolina para movilizarse por la ciudad es la misma a las que se enfrentan muchos otros vecinos y vecinas usuarios de sillas de ruedas, en incluso de bastones y andadores. Recientemente volvió a trascender el nombre de Valentino Labra -un chico que nació con Displasia diastrófica- a raíz de que se conoció un video en el que su familia no logró ingresara una entidad bancaria céntrica porque esta no contaba con la rampa necesaria.
“¿Y si hacemos un Tandil más inclusivo?”
A través de su perfil en Instagram –y con la ayuda de dos de sus enfermeras-, Carolina Girodo publicó un video en el que contó la complejidad de trasladarse desde la esquina de Belgrano y 9 de Julio hasta el Colegio de la Sierras. “Tuvimos que ir por la calle y subir por un estacionamiento a mitad de cuadra”, dijo en el video, que cerró con la frase “¿Y si hacemos un Tandil más inclusivo? Somos muchos los que queremos disfrutar de los espacios públicos”.
En su casa, la vecina sostuvo que “como dije en el video me encanta participar, sin embargo es muy difícil transitar la calle, no hay rampas, los adoquines están destrozados al igual que las veredas. Somos un montón los que tenemos dificultades en la movilidad”.
Haciendo referencia a otros videos compartidos por el mencionado Valentín Labra y su familia, pero en particular a su propia experiencia, señaló que “no estamos preparados para las diferencias, cuando salimos a la calle es una carrera de obstáculos. Tenemos que dar un montón de vueltas, para buscar una bajada bien hecha para cruzar, parar el tránsito y siempre salimos de a 3”.
Entre otros aspectos, mencionó que “los autos no ceden el paso en general”, y planteó que las dificultades no surgieron solo desde que usa silla de ruedas, sino que lo mismo experimentó cuando utilizaba bastón, andador o silla de ruedas manual.
“Todo tiene su dificultad, por ejemplo recuerdo que cuando usaba andador y pedía un remís, tenía que avisar porque algunos no querían hacer el viaje”, puso como ejemplo. “Si hablamos de los negocios te querés matar. Mientras la ELA lo permitió me encantaba ir a comer o tomar un café, pero no se imaginan lo difícil que es encontrar un lugar para ir”, compartió, mencionando algunos de los locales gastronómicos que le gustaría conocer pero no puede hacerlo por falta de accesibilidad.
“Iba Antonino ya que tienen una rampa en la entrada. El café la vereda también tiene rampa. Los demás tienen escalones, las mesas apretadas. Pero siempre quise ir al bodegón y no tiene rampa. Los lugares nuevos como el bar ideal no solo no tienen rampa sino que las puertas no permiten el acceso de una silla. ¿Habrá alguna ordenanza que contemple esto? Pienso ¿habrá cabañas con baños preparados para personas con movilidad reducida? A veces veo edificios con una rampa en ‘L’ y pienso ¿cómo harán para subir? Yo no podría”, agregó.
La vecina hizo hincapié en la necesidad de hacer accesibles los espacios públicos. “Ahora que comienzan los días lindos me gusta ir a la plaza. Me gustaría ir a la Plaza de los Troncos pero es imposible llegar. Otro lugar al que me gustaría ir es a la Plaza Moreno, pero es muy difícil. Paso mucho tiempo en la plaza del centro. Me gustaría que en el encuentro de urbanismo que organizan el Grupo Rotonda y Faro Verde se trate el tema”, concluyó.
Redactor El Eco de Tandil