Vecino de Fulton denunció que un tambero arroja animales muertos cerca del camino
Realizó una presentación ante Patrulla Rural, consultó en Senasa y hasta fue a la Oficina de Mediación del Municipio, pero no logró resolver el conflicto. El productor lechero arroja animales fallecidos cerca de la tranquera del camino que utiliza para salir de su campo. La carne putrefacta y osamentas atraen alimañas, además de que podrían generar un foco de infección.
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Ante la falta de respuestas de organismos oficiales, un vecino que habita en un establecimiento rural de Fulton requirió intervención por un conflicto sanitario y ambiental que mantiene con un productor de la zona. Hace más de un año que los encargados de un establecimiento donde funciona un tambo arrojan, de manera sistemática, vacas muertas cerca del alambrado, a metros de una tranquera y del camino vecinal que el denunciante utiliza para entrar y salir de su propiedad.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailAlejandro Schang Viton, quien vive en el establecimiento rural “El Morral”, a 8 kilómetros del acceso a Fulton, a fines de agosto radicó una denuncia en Patrulla Rural, también se acercó a la oficina de Senasa y a la Oficina de Mediación del Municipio, pero no encontró solución ante el conflicto.
En la exposición policial, describió que su campo comparte un camino vecinal con el establecimiento rural “San Antonio”, donde del lado interno de ese campo, a escasos metros del alambrado perimetral y de la tranquera de ingreso a su campo, comenzaron a arrojar vacunos muertos y llegaron a tirar un equino.
El vecino afectado indicó que los empleados del productor tambero le comentaron que recibieron la orden del dueño de disponer las reses muertas en ese lugar, a pesar de su queja, y aseguró que la situación lleva más de un año.
La presencia de carne putrefacta y osamenta provoca “olores, atrae fauna carroñera (caranchos, peludos, etc.), los cuales no se encontraban antes de esta situación”.
En paralelo, describió que “en la zona donde se encuentran las osamentas y restos no crece pasto u otra plantación”, y agregó como otro problema que “los canes que rondan la zona podrían llegar a consumir los restos de estos animales, ingiriendo así cualquier tipo de enfermedad y trasladándola a otros animales”.
En tanto, Schang Viton manifestó que “en el establecimiento San Antonio actualmente funciona un tambo que produce leche para el consumo humano”. El vecino asentó ese detalle en la denuncia, aunque aclaró que desconoce la causa de la muerte de las vacas.
El derrotero
sin repuestas
En diálogo con este Diario, Alejandro Schang Viton mostró preocupación por el conflicto vecinal por el depósito de animales muertos a cielo abierto, que lleva un año y medio. “Fui a hablar con la Patrulla Rural que son los encargados de poner en conocimiento de que eso no se hace”, expuso y tras la intervención policial, le informaron que el productor tambero se negó a retirar los restos del lugar.
Describió que las vacas y un equino, “ni siquiera estaban cuereadas, enterradas ni incineradas, como se hacía antiguamente” e indicó que tras hablar con personal del campo San Antonio, “fui a Senasa; también a la Municipalidad, a la parte de Mediación que me dijeron que no pueden hacer nada. Así que el problema sigue vigente y hoy encuentro otra vaca más que ha tirado, y con esa supera la media docena”.
El vecino consideró que “el tema no es tanto la vaca, los olores y los mosquitos que atrae, sino el impacto ambiental que produce porque antes no había halcones y caranchos y ahora se han sumado esas alimañas, hay cuevas de peludos, y es un tema que podría solucionarse con un poco de buena voluntad”.
Advirtió que comienza la temporada de calor, pero además andan perros sueltos por la zona y en ese sector del partido suele haber varios potreros alquilados para papa, donde se montan campamentos para trabajadores temporarios tanto durante la siembra como en la cosecha.
Instó a las autoridades competentes a tomar medidas, teniendo en cuenta los riesgos que generan esos restos sin tratamiento sobre una zona altamente productiva y turística del partido de Tandil.
Al aguardo de un oficio
En principio, desde Senasa indicaron que no pueden intervenir en el conflicto por los animales muertos hasta tanto reciban un oficio de la fiscalía. Sin embargo, señalaron que hay un protocolo para el descarte de los restos de animales de gran porte que el propietario debería acatar.
El protocolo para el tratamiento de animales de gran porte muertos se rige por normativas nacionales y provinciales, que apuntan a la bioseguridad y la prevención de la contaminación ambiental y sanitaria. En cuanto a los métodos de disposición final, los más comunes son el enterramiento en una fosa sanitaria y el compostaje, que es menos frecuente. La elección de una u otra medida depende de la cantidad de animales, el tamaño, la causa de muerte y las condiciones del campo.
Por otra parte, desde la Dirección de Bromatología no tenían notificación sobre denuncia alguna ni tomaron intervención respecto a animales de gran porte muertos en la zona de Fulton.