HOY, MIÉRCOLES
Admirados y vigilantes

En tren de elegir, me quedo con las virtudes colectivas antes que con las noblezas individuales. No obstante, reconozco que la admiración es una de los sentimientos más bellos que puede experimentar una persona.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEs altamente paradojal: en estos tiempos de individualismos exacerbados, la admiración –que insisto, es más bien personal antes que colectiva- no abunda. Tiempos de descreimientos, de dudas, de escepticismos nos borran del horizonte cercano las actitudes que son ejemplo.
-Es admirable lo que hace esta persona-, puede decir uno y a continuación deja constancia del accionar destacable. Pero es altamente probable que su interlocutor trate de encontrar en ese tercero algún motivo para bajarle el precio.