HOY, VIERNES
El viaje

Tiene un indisimulado rictus de intelectual. O al menos de tipo que ha ejercitado el pensamiento. Tal vez en demasía para los actuales usos y costumbres. Y tal vez ese mismo ejercicio lo llevó por caminos irreversibles, como saberes inapropiados, conocimientos inconvenientes, razonamientos resbaladizos. En síntesis, lo empujó a arribar a conclusiones primordiales y definitivas.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailAlgo así como dejarse llevar por los caminos de la desesperanza, siempre intrincados, oscuros, sin salida. En esos laberintos se entretuvo o se dejó estar. Y ahora está donde está. Donde estoy yo: en un bolichón de mala muerte a la vera de una ruta en la que está por pasar el último auto de la medianoche.
Está gordo.