HOY, MIÉRCOLES
Los charcos

Como en los últimos cinco años de su vida, ayer a la mañana le sonó la alarma del celular a la misma hora impiadosa: 7.20. Por suerte es verano, pensó. Luego se desdijo.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailPreparó los desayunos mientras él dormía, se cepilló el pelo frente al espejo del baño si verse y desayunaron frente a frente sin decirse demasiado.
Con una mano le dio dos vueltas a la llave de la puerta; de la otra, le seguía él, como una continuidad. Que algún sentido lo son aún. Porque él es como ella, veinte años más chico. Su hijo, de cinco.