Los otros naufragios

“Es domingo y mi mente lo sabe…”, me digo mientras trato de encontrar una idea, un sendero o aunque más no sea un atajo entre dos temas. Es domingo, claro. Mi cabeza se ha empecinado en que es día de descanso. Seguramente le habrá quedado desde la infancia, cuando los domingos no se trabajaba en serio. O casi nadie trabajaba. Ahora la cosa es distinta. Hemos evolucionado.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEs domingo a la mañana y leo los portales: “Una nueva tragedia en el Mediterráneo deja más de 50 migrantes muertos”.
Por un segundo se me cruzaron imágenes que jamás viví y espero no vivir: los gritos en la noche, el agua helada, el mar devorándose todo alrededor. A mí también. Luego, dudé si esa noticia no la había leído antes. No, pero casi: hace poco más de diez días otras setenta y pico de personas tuvieron el mismo y trágico final. En aquella ocasión, frente a las costas de Libia; hoy, cerca del sur de Italia.