HOY, LUNES
Mentiras

Por alguna razón que quizás no esté muy lejos de averiguar, me quedé con los dos trozos del naipe y los guardé en el bolsillo. Luego, cuando salí del teatro, los saqué de ahí y los puse dentro de mi billetera. Fue casi una ceremonia: reposarán los dos pedazos de carta –que fueron una- junto a algunos billetes, que van y vienen (con preocupante tendencia a lo primero) o a los residentes vitalicios: el DNI, la licencia, las tarjetas y otros papeles, también “sagrados”.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailNo, no es un amuleto. Creo que ya no creo en esas cosas. Vamos a decirle un “ayuda memoria”.
El sábado a la noche fui al espectáculo “Tandil Ilusiona”, en el Teatro del Fuerte. Algo así como un homenaje a René Lavand, a diez años de su muerte.