HOY, MIÉRCOLES
Palabra de madre

Creo que fue lo segundo que me enseñó mi mamá. A esa edad en que uno anda por el piso, reptando, gateando o a los golpes nomás. Cuando merodea por los bajomesadas.
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Accedé a las últimas noticias desde tu email-¡Cuidado con la lavandina que mancha...!, me dijo mi vieja.
Creo que primeramente debió alertarme que no me la tomara. Pero las madres -o la mía en particular- tienen esa cosa de que la limpieza es la base de la felicidad, de la fortuna o de algo. Y así fue que durante toda mi vida he ido bebiendo cosas que no debí beber -al menos con ese grado de abundancia-, siempre me cuidé de manipular la lavandina.