HOY, MIÉRCOLES
Saber sin entender

-Se nos va a morir-, le dijo mi mamá a Américo.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailAmérico no le contestó, apenas hizo un gesto ambiguo. O al menos yo no lo entendí. Viéndolo con los años interpreté que en eso tampoco quiso contradecirla. Se ponía brava cuando no le daban la razón. Más aún con los sentimientos a flor de piel. En el llanto, en la bronca e incluso en la alegría, mi vieja era algo así como un volcán a punto de entrar en erupción. Américo lo sabía. Pero sobre todo, la amaba. Que es como saber sin entender.
Él seguía siendo peronista, como mi vieja y a diferencia de mi papá, que dejó de serlo ya sobre el final del segundo gobierno de Perón.