HOY, VIERNES
Torre de control

Tenía siete años cuando el hombre llegó a la Luna (o lo que haya sido aquella epopeya televisiva). Crecí mirando Viaje a las Estrellas, Perdidos en el Espacio, Los Supersónicos. Así las cosas, muchos de mis juegos y fantasías estaban relacionados con viajes interestelares, planetas perdidos y marcianos.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailTuve una temporada en la que todas las noches me tapaba hasta la cabeza con las frazadas y jugaba a que manejaba una nave espacial. Monocomando, claro y con capacidad para una sola persona.
Las acciones transcurrían en el mayor de los silencios posibles porque en la cama de al lado (mesa de luz de por medio) dormía mi hermana. No me importaba que no se pudiera dormir, pero sí que me tratara de tonto: