Un profesional

A mí solo se me ocurre salir a las diez de la mañana a hacer compras con este calor. Y encima, elegir la despensa que me queda más lejos. Porque hay dos en el barrio: una está lejos; la otra, más. Y estoy yendo a esa.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailMi barrio no se caracteriza por el asfalto. Y alejándome a dos cuadras de mi casa, tampoco por el arbolado público. De manera que el panorama que se plantea ante mis ojos es de polvo y casi fuego. Para colmo una mínima ráfaga de aire –que no es otra cosa que un soplido del mismísimo Mandinga- levanta un polvaderal que quedará suspendido hasta la eternidad.
-Esto parece el far west-, pienso sin demasiada originalidad. Y no termino de pensarlo cuando lo veo dibujándose en la cerrazón del polvo que nos envuelve. Lleva un sombrero de ala corta, un piloto o similar largo hasta la rodilla y botas que no se alcanzan a ver de lo sucia que están.