La ingeniera agrónoma que cultiva en Tandil rosas antiguas únicas en la Argentina
Jimena Mc Allister dejó atrás una carrera sólida en el INTA para seguir el llamado de su intuición: cultivar rosas antiguas en el corazón de la provincia. Hoy, hibrida variedades propias y produce flores que destilan historia, aroma y belleza.

“Las rosas me encontraron”, dijo Jimena Mc Allister, con una sonrisa que dejó ver tanto su gratitud como certeza. Ingeniera agrónoma formada en la Universidad Nacional de Mar del Plata (sede Balcarce), trabajó durante 14 años en el INTA haciendo ensayos con cultivos extensivos en la cuenca del Salado. En ese entonces, vivía en San Miguel del Monte, su ciudad de origen, recorría campos de maíz, girasol y soja, y era una de las pocas mujeres con presencia constante en el territorio. Pero su vida cambió hace 12 años cuando decidió dedicarse a cultivar rosas antiguas, una práctica bastante singular en el país.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailUn episodio marcó un antes y un después en su vida. “Yo estaba en el campo, en un lote de girasol, tomando datos y dejé a mi bebé, Pedro, de 6 meses en ese momento, en la camioneta con el aire acondicionado prendido, un enero de 35 grados y se ve que estaba absorta en los datos que estaba tomando, que no escuché que se apagó la camioneta. Entonces, cuando me di cuenta, volví corriendo y ahí medio que me hizo un clic todo: el replantearme la maternidad, el trabajo, para las mujeres es difícil estar en el campo siendo madre porque tenés que, sobre todo en los primeros meses de maternidad, que tenés que dar el pecho y ahí dije ‘bueno, esto por ahí no es compatible con el trabajo que yo tengo ahora y le planteé a mi marido empezar a dedicarme a otra cosa’”, recordó en diálogo con Perspectivas.