Sánchez marcó límites a la negociación e indignó a los independentistas catalanes
Ocurrió en la víspera de una reunión crucial que llega en un clima enrarecido por la aprobación de un decreto del gobierno central que elimina la “república digital catalana”.

A 24 horas de que los negociadores del Partido Socialista (PSOE) y de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) se reúnan en Parlamento, las señales positivas de los últimos días a favor de un acuerdo que facilite la reelección de Sánchez se disiparon con gestos y decisiones que dificultan un acercamiento.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailPor un lado, la vicepresidenta del gobierno español, Carmen Calvo, reiteró que los socialistas “no hablarán” del derecho de autodeterminación de Cataluña, algo que no es nuevo pero que vuelve a poner “líneas rojas” en un momento en el que se exigía todo lo contrario.
Sánchez necesita la abstención de ERC para ser reelegido y poder formar el gobierno de coalición pactado entre PSOE y Unidas Podemos.
Pero la fuerza liderada desde la prisión por el exvicepresidente catalán Oriol Junqueras -quien cumple 13 años de prisión por el fallido proceso de secesión de 2017 – recibió el lunes el aval de sus militantes para facilitar la formación de gobierno solo si el PSOE accede a crear una “mesa de negociación” entre el gobierno español y catalán para abordar el conflicto secesionista.
No se mencionó ni el reclamo de amnistía para los líderes secesionistas condenados en octubre por sedición, ni la autodeterminación, dos cuestiones que ERC está dispuesta a abordar en una segunda fase de negociación, posterior a la reelección de Sánchez, al que solo piden un “compromiso” para crear la mesa de negociación y un “calendario” de reuniones.
A pesar de ello, Calvo subrayó de forma insistente en que el PSOE no hablará de la autodeterminación por no estar dentro de la Constitución.
“Las líneas que no traspasamos las conoce todo el mundo: que no existe el derecho de autodeterminación”, aseguró la “número dos” el Ejecutivo en declaraciones en el Parlamento.
Calvo abogó que el diálogo entre el gobierno catalán y español se lleve a cabo a través de una “comisión bilateral” que ya existe y está regulada en el “Estatut” -la ley de autogobierno de Cataluña-, donde históricamente se trataron las cuestiones relativas a la gestión de las competencias regionales.
Por su parte, Irene Montero, la número dos de UP, abogó por “bajar el tono” para “intentar facilitar las condiciones del diálogo con ERC”, sin entrar en plantear los posicionamientos y diferencias con sus socios socialistas respecto con el conflicto catalán.
Roces
Sin embargo, las declaraciones de Calvo se produjeron al mismo tiempo que tenían lugar los primeros roces entre PSOE y UP en relación con Cataluña, a raíz de la convalidación de un decreto ley del gobierno socialista para “liquidar” el proyecto de “república digital catalana”, que además es una piedra para la negociación con ERC.
A juicio de los independentistas, con este decreto que fue aprobado por Sánchez antes de las elecciones del pasado 10 de noviembre, los socialistas se suman a la “estrategia represiva” de la derecha, con la intención de “acallar las protestas en Cataluña”.
La iniciativa del PSOE permitirá al gobierno cerrar páginas webs y servidores sin autorización judicial cuando considera que hay riesgo de orden público o para la seguridad nacional.
La controvertida medida salió adelante en la Diputación Permanente del Congreso (órgano que funciona cuando no hay sesiones) gracias al apoyo de la derecha -el conservador Partido Popular (PP) y los liberales de Ciudadanos-, con el voto en contra de ERC, partido que se mostró indignado, y la abstención de UP. También voto en contra la ultraderecha. (Télam)