HABRÁ NUEVAS MOVILIZACIONES
Semana clave en Francia en el debate por la reforma jubilatoria
La reforma de las pensiones que impulsa el presidente liberal Emmanuel Macron entra esta semana en la recta final, con un esperado voto definitivo el jueves, pese al rechazo popular y de los sindicatos, que convocaron a nuevas protesta.
“No renunciaremos a nuestra reforma de las pensiones”, que “está llamada a ser adoptada por las dos cámaras del Parlamento”, dijo en la cadena de televisión LCI el vocero del Gobierno, Olivier Véran, en medio de dudas sobre si el oficialismo tiene los votos necesarios.
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El Gobierno da por hecho su adopción en el Senado, que el sábado ya dio un primer visto bueno gracias al apoyo de la oposición de derecha, pero tiene más difícil llegar a la mayoría en la Asamblea Nacional, la Cámara Baja), por defecciones en bancadas favorables.
Aunque asegura querer evitarlo, el Gobierno podría activar un mecanismo controvertido, conocido como el artículo 49.3, para facilitar su adopción en la Asamblea Nacional, una opción que podría caldear un ambiente ya tenso y reforzar la imagen de “autoritario” de Macron.
“Nuestro objetivo es prescindir del 49.3. Siempre nos han dicho que no podemos reunir mayorías sobre los textos, y de momento todos nuestros textos han sido votados”, dijo la ministra Élisabeth Borne.
La última vez que se utilizó el artículo 49.3 fue en noviembre pasado, para aprobar un texto presupuestario luego de que el Senado rechazara el proyecto de ley de financiación de la Seguridad Social para 2023.
De recurrir al 29.3, la única opción para frenar la reforma sería aprobar una moción de censura contra el Ejecutivo de Borne, es decir una votación para destituirlo.
En Francia, que tiene una forma de Gobierno semipresidencialista, el Poder Ejecutivo es compartido entre el primer ministro, que es jefe del Gobierno, y el Presidente, que es el Jefe de Estado y es elegido por voto popular. El primer ministro, en cambio, es designado por el Presidente.
El diputado independiente Charles de Courson ya advirtió que existen conversaciones para presentar “mociones”, informó la agencia de noticias AFP.
Aunque ninguna de las mociones presentadas contra Borne ha prosperado, la activación del 49.3 sería un “terrible reconocimiento del fracaso de este Gobierno”, según el senador ecologista Guillaume Gontard, y “un vicio democrático”, para Laurent Berger, del sindicato CFDT.
Nuevas protestas
En tanto, las centrales sindicales llamaron a una nueva huelga general y manifestaciones masivas mañana, cuando siete diputados y siete senadores deben reunirse en una Comisión Parlamentaria Mixta para acordar un texto conjunto que a continuación deberán votar ambas cámaras el jueves.
Estas tienen plazo hasta el 26 de marzo para adoptar el mismo texto y, en caso de no conseguirlo, el Gobierno podría ordenar la aplicación de la reforma, al haber escogido en enero un controvertido procedimiento legislativo para presentarla.
La aprobación definitiva no implica el fin de la pulseada y prueba de esto es que muchos sindicatos están determinados a continuar su lucha contra esta reforma. (Télam)