El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dejó abierta la posibilidad de un conflicto armado con Venezuela en el marco de una escalada de tensión con el gobierno de Nicolás Maduro. En una entrevista telefónica con NBC News, el mandatario afirmó que no descarta una guerra y anticipó que continuarán las incautaciones de petroleros vinculados al país sudamericano.

“No lo descarto, no”, respondió Trump al ser consultado sobre una eventual confrontación bélica. En ese contexto, sostuvo que su administración seguirá ejerciendo presión sobre lo que definió como la dictadura venezolana y confirmó que se mantendrá el “bloqueo” a los petroleros sancionados que ingresan o salen del país.

En los últimos días, la Casa Blanca intensificó su ofensiva al ordenar el martes medidas contra embarcaciones vinculadas a Venezuela. El gobierno estadounidense incautó recientemente un petrolero cerca de las costas venezolanas y llevó a cabo veintiocho ataques a embarcaciones, que provocaron la muerte de más de cien personas. Según la administración Trump, estas acciones están dirigidas contra presuntas naves de narcotráfico y se justifican bajo la acusación de que Venezuela utiliza los ingresos petroleros para financiar el “terrorismo de drogas”.

Consultado sobre si su objetivo final es derrocar a Nicolás Maduro, Trump evitó dar una respuesta directa y se limitó a señalar: “Él sabe exactamente lo que quiero. Lo sabe mejor que nadie”. Además, ante la posibilidad de una guerra, afirmó: “No lo discuto”, aunque admitió que es una opción y advirtió que habrá más incautaciones. Sobre los plazos, agregó: “Depende. Si son lo suficientemente insensatos como para navegar, volverán a uno de nuestros puertos”.

Economía y política interna

En el plano doméstico, Trump defendió sus políticas económicas durante un discurso nacional en horario estelar. Allí anunció un “dividendo guerrero” de 1.776 dólares para cerca de un millón y medio de miembros de las fuerzas armadas, en conmemoración de los casi 250 años de la fundación del país. Según indicó, los pagos se realizarán “muy pronto” y se financiarán mediante la ley “One Big Beautiful Bill” y los ingresos por aranceles.

Sin embargo, un alto funcionario de la administración aclaró que el bono único tendrá un costo aproximado de 2.600 millones de dólares y se pagará con fondos originalmente destinados a vivienda militar, asignados por la mencionada ley, que en julio había previsto 2.900 millones de dólares para reducir los gastos de bolsillo de los soldados durante dos años. Una fuente del Senado confirmó que el dinero no proviene de los aranceles y que el Departamento de Defensa optó por un pago único para evitar establecer un precedente de costos futuros.

Trump también se refirió a la situación del sistema de salud, con duras críticas a las compañías de seguros. Denunció que se han enriquecido con “miles de millones de dólares que deberían ir directamente a la gente” y propuso que los ciudadanos puedan comprar su propio seguro de salud, con mejores beneficios y menor costo.

Millones de personas que acceden a cobertura a través de la Ley de Cuidado de Salud Asequible enfrentarán un aumento de las primas el próximo año, luego de que los republicanos de la Cámara de Representantes se negaran a votar la extensión de los subsidios. Al respecto, Trump sostuvo que no es necesario derogar la ley y afirmó que “Obamacare se derogará solo automáticamente, ya que nadie querrá usarlo”, por considerarlo demasiado caro.

De cara a las elecciones legislativas de noviembre, el presidente reconoció la importancia de mantener el control del Congreso. Consultado por NBC News sobre si los republicanos conservarán ambas cámaras, respondió: “Creo que sí. Eso espero”.

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