Celulosa Argentina enfrenta un duro ajuste financiero y busca nuevos socios para salir de la crisis
La papelera enfrenta vencimientos por US$ 25 millones en un contexto de caída de ventas y aumento de costos; analiza reestructurar deuda y abrirse a nuevos socios.

La empresa Celulosa Argentina, una de las principales fabricantes de papel del país, notificó a la Comisión Nacional de Valores (CNV) que no podrá cumplir con los vencimientos de deuda previstos para mayo, por un total de US$ 25 millones distribuidos entre pagarés bursátiles, cheques propios y obligaciones negociables.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLa compañía informó que priorizará la continuidad operativa, el abastecimiento a sus clientes y el sostenimiento del empleo, utilizando todos los recursos disponibles para garantizar su funcionamiento. “Todos los recursos disponibles se van a utilizar estratégicamente para asegurar la operación y la continuidad laboral”, señaló Celulosa en el comunicado enviado al organismo regulador.
La situación había sido anticipada en abril, cuando la empresa contrató a VALO Columbus como asesor financiero para explorar estrategias de reestructuración de deuda, mejora de liquidez y posible incorporación de nuevos socios.
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Causas del deterioro
Celulosa explicó que su crisis financiera se debe a una caída superior al 30% en las ventas en el mercado interno, junto con una recuperación aún débil y un incremento considerable de los costos fijos en dólares, agravado por la apreciación del tipo de cambio que afecta también la competitividad exportadora.
En ese contexto, la calificadora de riesgo Moody’s degradó la calificación crediticia de largo plazo de la compañía, tanto en moneda local como extranjera, señalando un perfil de liquidez ajustado y mayor riesgo de incumplimiento.
Inyección de capital y reducción accionaria
En un intento por dar señales de respaldo financiero, el Grupo Tapebicuá, principal accionista de la firma, inyectó hasta ahora US$ 7,44 millones mediante la venta de parte de su participación. La maniobra implicó que el grupo —integrado por Douglas Albretch, José Urtubey y Juan Collado— redujera su control accionario al 45,79%.
Desde la compañía insistieron en que el accionista mayoritario “mantiene su compromiso con la sostenibilidad operativa y financiera”, subrayando su apoyo constante a lo largo de las últimas dos décadas.