NEUQUEN
Condenaron a perpetua a ocho penitenciarios
Ocho agentes del Servicio Penitenciario de Neuquén fueron condenados a la pena de prisión perpetua, acusados de haber torturado y asesinado en 2008 a un preso de la ex Unidad de Detención 9.
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En la misma sentencia fueron condenadas las autoridades de ese penal, un funcionario penitenciario y los médicos que lo atendieron.
El Tribunal Oral Federal de Neuquén, encabezado por Marcelo Grosso, condenó a prisión perpetua a los penitenciarios Orlando Horacio John, Pablo Ángel Muñiz, Javier Elix Pelliza, Pablo Sepúlveda, Daniel Ulises Romero, José Lorenzo Retamal, José Walter Quintana y Carlos Roberto Vergara.
Además, le aplicó la pena de seis años y medio de prisión, pero por omisión de evitar el delito de tortura seguida de muerte y falsedad ideológica, el entonces director de la ex Unidad Penal 9; a seis años al exsubdirector, Jorge Sosa; y a siete años al jefe del servicio interno, Ricardo Huenul.
En tanto, el jefe regional de la zona Sur de los penales federales, Gabriel Grobli, fue condenado a seis años, por encubrimiento doblemente agravado.
Finalmente, el médico Juan Carlos Heredia recibió una pena de cuatro años; y el enfermero de la penitenciaría federal, Miguel Carrilao, de tres años y seis meses por omisión de denuncia de delito, mientras que el médico Mario Leiría resultó absuelto.
Tras conocerse la condena, la referente de la Asamblea Por los Derechos Humanos (APDH), Noemí Labrune, expresó en diálogo con la prensa que “este es un mensaje a las instituciones penitenciarias del país en el que se les está diciendo que la impunidad terminó, los presos son personas”.
Además, aseguró que “el fallo judicial también significa una acción de protección hacia el personal carcelario, no jerárquico, que está impulsado por las jerarquías a aplicar estas metodologías”.
El hecho ocurrió el 8 de abril de 2008 cuando el preso Argentino Pelozzo Iturri, quien cumplía una condena de 24 años y medio de prisión en la Unidad 9, resultó herido tras ser golpeado y torturado por penitenciarios dentro del penal y en la enfermería de la cárcel, según se estableció en la sentencia.
El preso fue trasladado en estado de agonía al Hospital Provincial “Castro Rendón” de la ciudad de Neuquén con graves traumatismos en su cabeza, en el cuerpo, el rostro y con crisis cardíaca.
Poco después, murió mientras era atendido en la guardia del centro de salud de mayor complejidad de la provincia. (Télam)