Declaró por medio de teleconferencia el turista sueco baleado en Monserrat
Los dos detenidos por el asalto al turista sueco Christoffer Persson, a quien debieron amputarle una pierna tras ser baleado en diciembre último en el barrio porteño de Monserrat, serán juzgados en noviembre próximo.
Sin embargo, la víctima ya adelantó su testimonio vía teleconferencia porque no puede viajar para el debate, informaron fuentes judiciales.
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El juicio se realizará el 12, 14 y 19 de noviembre ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 16 de la Capital Federal, presidido por la jueza Cristina Bartola e integrado por sus colegas Gustavo González Ferrari e Inés Cantisani.
Los dos imputados son Rodrigo Armando Peláez (22) y Roberto Leonel “Chicho” Gramajo (25), quienes llegan a juicio acusados como coautores de “robo agravado por su comisión mediante el empleo de un arma de fuego en grado de tentativa”.
Según la investigación que durante la instrucción hicieron el fiscal Marcelo Retes y el juez Alfredo Godoy, “Chicho” Gramajo fue el autor material del disparo, mientras que Peláez manejaba el auto en el que se desplazaban la noche del asalto.
Como no pueden viajar para la fecha del juicio y nunca habían prestado declaración en sede judicial, el 5 de julio pasado tanto la víctima Persson (26) como su novia María Izzo, testigo presencial del hecho, adelantaron sus testimoniales en una teleconferencia vía Skype.
De la misma participaron la jueza Bartola como presidenta del tribunal; dos defensores oficiales, el fiscal que llevará la acusación en el juicio, Fernando Fiszer; y una traductora pública de idioma inglés.
El relato de la víctima
Fuentes judiciales revelaron a Télam que en su testimonial, Persson contó aquel 30 de diciembre de 2018, alrededor de las 23, él había salido de un restaurante con su novia, caminaba por la calle Tacuarí al 400 de Monserrat y mirando el mapa en su celular para regresar al hotel, cuando vino “un hombre con un arma” y le dijo: “teléfono, teléfono”.
Según las fuentes, el sueco contó en la teleconferencia que el ladrón le sacó el celular pero él se lo arrebató para recuperarlo, por lo que en ese momento el delincuente le apuntó con el arma “a la cabeza y al pecho”.
Persson precisó que hubo un forcejeo en el que él logró bajar la pistola y que, gracias a eso, cuando el asaltante disparó, el tiro le dio en una pierna.
Por último, señaló que aún conserva el celular que le quisieron robar y le recordó a la jueza que a raíz de las lesiones que sufrió, le tuvieron que “amputar la pierna derecha”.
Su pareja, Izzo (26), realizó un relato similar aunque agregó que la pistola era “gris” y que el delincuente ya la tenía cargada y lista para disparar.
“El idiota simplemente disparó, el proyectil ya estaba en recámara. Salió con la intención de disparar”, declaró la mujer, según contaron a Télam las fuentes consultadas.
Importante hemorragia
Además, afirmó que lo que más recordaba era “la cantidad impresionante de sangre que había”, que el torniquete que le hizo con ayuda de un ciclista “no era suficiente” para detener la hemorragia y que creyó que su marido “se iba a morir”.
La clave para esclarecer el caso fueron el análisis de los videos de las cámaras de seguridad públicas y privadas instaladas en el lugar del hecho y en el Anillo Digital que permitió reconstruir el recorrido del auto de los delincuentes.
El asalto quedó registrado en un video donde se ve que un ladrón con gorra descendió por la puerta trasera izquierda de un Peugeot 207 gris, se acercó al turista con una pistola en la mano y le apuntó al pecho para que le entregara el celular.
En el video se ve que Persson le corrió el arma con la mano y en ese movimiento se produjo el disparo y el balazo le dio en la pierna, tras lo cual el ladrón volvió al auto y escapó.
El turista fue llevado de urgencia al Hospital Argerich, donde los médicos tuvieron que amputarle la pierna por la lesión sufrida, pero le salvaron la vida y estuvo 20 días internado.
Gracias a un casco de obra blanco que se veía en la luneta trasera, los pesquisas lograron determinar que el Peugeot pertenecía a la flota de una firma constructora y por su rastreador satelital se lo encontró en el domicilio de la localidad de Sarandí, partido de Avellaneda, donde se detuvo a Peláez.
El auto estaba asignado al padre del detenido, un empleado de la constructora que estaba de vacaciones al momento del hecho.
Dos días después, se detuvo a “Chicho” Gramajo en la casa de su novia en la Isla Maciel de Dock Sud, partido de Avellaneda.
En su indagatoria, Gramajo confesó que disparó contra el turista sueco aunque argumentó que el tiro se le escapó y que luego del hecho descartó el arma tirándola al Riachuelo. (Télam)