Lluvias históricas generan pérdidas millonarias y paralizan la producción en campos bonaerenses
El sector atraviesa una emergencia productiva y económica por la pérdida de cosechas, la imposibilidad de alimentar a los animales y la falta de caminos transitables, sin que se vislumbre una solución a corto plazo.

La intensa y persistente lluvia ha sumergido grandes extensiones de campos en el centro de la provincia de Buenos Aires, generando una situación productiva catastrófica en localidades como Bolívar, Carlos Casares y 9 de Julio. El productor agropecuario Leandro Lanzinetti describió en una entrevista, para un reconocido medio nacional, la magnitud del problema, señalando que "la situación en vez de mejorar, empeoró".
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn los últimos doce meses, la región ha acumulado 1.500 milímetros de lluvia, un volumen muy superior a la media anual de 950 milímetros. Esta saturación hídrica ha provocado la pérdida de miles de hectáreas, afectando tanto la agricultura como la ganadería.
Cosechas perdidas y siembra paralizada
El ciclo de la cosecha gruesa se vio gravemente interrumpido. Lanzinetti lamentó que "se perdió parte de la cosecha gruesa que no se pudo cosechar" y que aún hay "montones de lotes sin cosechar de maíz y de soja". En el caso del girasol, las plantas quedaron sumergidas hasta a un metro ochenta de altura.
La próxima campaña de siembra también se encuentra en riesgo. Con los suelos saturados, los productores no pueden sembrar los cultivos de invierno, como el trigo, y el calendario de la próxima siembra de maíz y soja se ha postergado, lo que podría afectar el rendimiento final.
Ganadería en emergencia y falta de acceso
La emergencia se extiende al sector ganadero. La parición se desarrolla en condiciones críticas, con "muerte de terneros" y la imposibilidad de alimentar a los animales. Los tambos también se encuentran en una situación desesperada, ya que no pueden ingresar camiones con alimento ni sacar la leche.
La falta de caminos rurales transitables agrava el problema. En el partido de Bolívar, se estima que el 60% de sus 500.000 hectáreas están bajo agua, y en Carlos Casares la afectación es casi total. "El otro problema grave es que no hay caminos, no se puede llegar", afirmó el productor.
Sin respuestas ni ayuda estatal
Ante el colapso, los productores reclaman obras hídricas y ayuda estatal. La falta de infraestructura de desagüe, un problema que según Lanzinetti no se aborda desde hace décadas, impide que el agua escurra de forma rápida. Además, la situación ha generado tensión por el pago de impuestos, ya que los productores no pueden cumplir con sus obligaciones fiscales sin la posibilidad de producir.
La falta de seguros contra inundaciones deja a los productores solos frente a las pérdidas, que se estiman millonarias. Por el momento, no hay anuncios oficiales de condonación de impuestos ni de créditos especiales, lo que deja a un sector clave de la economía en una situación de total vulnerabilidad.