Juicio a un peluquero acusado del femicidio de una comerciante
Un peluquero comenzará a ser juzgado el lunes próximo por el femicidio de una comerciante, a quien está acusado de haber degollado durante un supuesto intento de abuso sexual cometido cuando estaba bajo libertad condicional, en la localidad bonaerense de Villa Tesei, partido de Hurlingham, informaron fuentes judiciales.
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Se trata de Néstor Maximiliano Montiel (39), detenido como sospechoso del femicidio de Nadia Arrieta (32), cometido el 1 de marzo de 2018, quien comenzará el lunes a ser juzgado por el Tribunal Oral Criminal (TOC) 4 de Morón.
Montiel, alias “Peluca”, afronta cargos por “homicidio calificado por haber sido cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género”, un delito que prevé como única pena la prisión perpetua.
Si bien en el caso no se obtuvieron evidencias científicas para probar un abuso consumado, según la investigación realizada por Ferrario el móvil del crimen fue un ataque sexual.
Lo que tratará de demostrar el Ministerio Público Fiscal es que Montiel fue quien cerca de las 12.45 de ese 1 de marzo ingresó al local de venta de regalos “NyB”, situado en avenida Pedro Díaz 596, de Villa Tesei, que atendía Arrieta, con el fin de cometer “un ataque contra la integridad sexual” de la mujer “mediante un desnudamiento forzoso y violento”.
En su acusación, Ferrario destacó que en el hecho existió una “relación desigual de poder, hombre mujer”, en la que Montiel maniató y amordazó a la víctima “reduciendo así toda posibilidad de defensa, mediando así las circunstancias de violencia de género apuntadas, con el claro designio de causarle la muerte”.
El fiscal consideró que para concretar “su propósito mortal”, Montiel empleó “un arma blanca” con la que “le efectuó un corte de unos 15 centímetros en la región anterior y lateral derecho del cuello” a su víctima.
El sospechoso estuvo prófugo cuatro días hasta que el 5 de marzo de 2018 fue detenido cuando planeaba encontrarse con su novia y fue interceptado por la policía en el cruce de las calles Escalada y Edison, de Sarandí, partido de Avellaneda.
Elementos probatorios
Al enumerar las pruebas que lo incriminan, el fiscal mencionó las imágenes de las cámaras de seguridad que grabaron a Montiel cuando llegaba y cuando huía de la escena del crimen y escuchas realizadas a su teléfono celular, cuyo número la propia Nadia había dejado anotado en un papel hallado en su local tras el crimen junto al nombre “Maxi”.
Cuando gracias al sistema AFIS -la base de datos de personas con antecedentes-, la Policía Científica identificó a Montiel por cuatro huellas halladas en unos cerámicos en la escena del crimen, el fiscal Ferrario asoció el nombre “Maxi” y el celular con el sospechoso.
Para apresar a Montiel, la policía realizó varios allanamientos y en uno de ellos encontró una bolsa celeste con un termo y dos latas para yerba y azúcar iguales a las que vendía Arrieta en su local de regalos, lo que también fue clave en la pesquisa, al igual que una mochila del acusado que contenía un cuchillo con mango de madera y un juego de llaves de la víctima.
Al momento del femicidio de Arrieta, el peluquero estaba bajo libertad condicional en una causa en la que había sido condenado a 18 años de cárcel por “tentativa de homicidio, abuso sexual, robo y privación de la libertad agravada”, a raíz de un ataque cometido contra cuatro integrantes de su familia el 5 de octubre de 2001.
El 17 de octubre de 2012, Montiel fue beneficiado con salidas transitorias de prisión y luego su defensa interpuso un recurso de apelación porque varias veces la jueza de Ejecución Penal 2 de Morón, Laura Conti, y los fiscales le negaron la libertad condicional tras advertir “el extremo peligro social” que podía representar.
No obstante, el 20 de octubre de 2014, la Sala I de la Cámara de Apelaciones de Morón hizo lugar a la condicional pese a que la pena vencía el 21 de octubre de 2019. (Télam)