Mondelez frenó su producción en Pacheco por la caída del consumo
Con ventas 15.000 toneladas abajo y depósitos al límite, la empresa paraliza líneas, adelanta vacaciones y ajusta turnos.
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La desaceleración del consumo masivo impactó de lleno en una de las principales empresas alimenticias del país. Mondelez, dueña de marcas como Milka, Oreo, Pepitos y Beldent, confirmó un freno productivo inusual en su planta de General Pacheco y avanzó con un reordenamiento operativo para administrar un nivel de stock que supera ampliamente el promedio histórico.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLa medida, que marca un deterioro que la compañía venía anticipando desde mediados de año, incluye la paralización parcial de líneas durante diciembre, adelanto de vacaciones, reducción de relevos, readecuación de turnos y una utilización menor de la capacidad instalada. El dato no pasa inadvertido: ocurre en un mes que tradicionalmente impulsa las ventas por la demanda de fin de año.
Ventas en baja y plantas ajustadas
Según información que circula entre delegados y fuentes internas, las ventas cayeron alrededor de 15.000 toneladas en lo que va del año. El retroceso golpeó con mayor fuerza a categorías de alto volumen, como galletitas, chocolates y alfajores. Con mayoristas comprando menos y depósitos al límite, la empresa decidió producir únicamente lo estrictamente necesario.
En la planta de General Pacheco, donde trabajan más de 2.000 personas, se aplicará un apagado programado de varias líneas. Mondelez propuso al personal tomar una semana de vacaciones pagas y otra adicional de licencia. Quienes no se sumen a este esquema serán reubicados en tareas de mantenimiento y limpieza.
La planta de Villa Mercedes, la otra base industrial de la compañía en el país, replicará medidas similares: turnos más cortos, procesos ajustados y una planificación “a demanda”, según el movimiento real del mercado.
Consumo débil e importaciones competitivas
El contexto adverso combina dos factores que la empresa ya había transmitido al STIA en junio, cuando habló de una “situación crítica”:
- Caída del consumo interno: la rotación en góndola continúa baja y reduce la velocidad de reposición.
- Presión de importaciones: fuentes del sector señalan que el costo relativo de productos importados —sobre todo chocolates y galletitas— se volvió más competitivo, desplazando parte de la demanda de los productos locales.
El resultado es un diciembre fuera de lo habitual: altos inventarios y una estacionalidad que no alcanza a revertir la tendencia descendente.
Un 2026 con expectativas moderadas
El parate parcial de una empresa líder como Mondelez encendió señales de alerta en la industria y dejó interrogantes sobre lo que podría suceder en otras alimenticias de gran escala. Con un nivel de stock elevado y un consumo que no repunta, el próximo año podría arrancar con una utilización de capacidad instalada más baja que la tradicional, obligando a la compañía a mantener una estrategia productiva conservadora.
Por ahora, Mondelez preservó bonos y beneficios para los trabajadores, lo que ayudó a contener tensiones internas. Pero el desafío central sigue vigente: alinear la producción al ritmo real del mercado, en un escenario de competencia fuerte, demanda debilitada y riesgo de seguir acumulando inventarios.