DIPUTADOS
Por disidencias, no se rubricó el dictamen del proyecto antibarras
El plenario de las comisiones de Legislación Penal y de Deportes postergó al menos hasta el jueves la firma del dictamen del proyecto de ley antibarrabravas ante la falta de acuerdos entre el oficialismo y la oposición, más allá de las modificaciones introducidas por Cambiemos al texto original enviado por el Poder Ejecutivo.
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El oficialismo llegó a la reunión de ayer con la idea de emitir dictamen tras el traspié que sufrió en diciembre pasado, cuando el proyecto fue aprobado en general por el plenario de la Cámara, y minutos después se decidió su vuelta a comisión ante la falta de consensos en el análisis artículo por artículo.
La presidenta de la comisión de Legislación Penal, la radical Gabriela Burgos, decidió entonces el pase a cuarto intermedio hasta el próximo mañana a las 15, con una reunión previa de asesores prevista para hoy a las 14.
Las diferencias quedaron expuestas en los textos de los dos borradores que circularon en los últimos días por los despachos de los diputados y que hoy llegaron a la mesa de trabajo de la comisión.
Para la oposición el proyecto es altamente punitivo y no prevé la prevención como complemento; para el oficialismo, en cambio, las penas son la herramienta más firme para combatir el flagelo de los barras bravas.
El debate, que desde su inicio se sabía que no conduciría al objetivo de conseguir el dictamen, no estuvo exento de chicanas entre oficialistas y opositores, en el que se cruzaron acusaciones de “tonta”, “forro” o “mono”, entre otras, ante los intentos poco fructíferos de Burgos por encausarlo.
Diversas posturas
Al defender el proyecto, la diputada de Cambiemos dijo que “se agregaron cuestiones pedidas por la oposición y que “de hecho se pasó de tener 30 a tener 46 artículos”.
Además, aclaró: “No estoy en contra de las medidas de prevención y descarto que esto sea meramente punitivo”.
La jujeña pidió “trabajar para lograr un texto consensuado en los puntos en que hay acuerdo” y evitar tantas modificaciones “para que no salga una ley emparchada que sea inaplicable”.
El presidente de la comisión de Deportes, el kirchnerista Daniel Scioli, pidió “que se tomen en cuenta los aspectos preventivos” y puso como ejemplo el caso de que “quien revolea una botella en la cancha tiene hasta ocho años de prisión, la misma pena que para un homicidio”.
El diputado Facundo Moyano, desde su nuevo bloque de exmassistas y filokirchneristas, tildó de “oportunista” al proyecto y consideró que cae en “una falta de apreciación de la realidad” y que “se limita sólo a lo punitivo”.
La peronista jujeña Carolina Moises dijo no estar de acuerdo en que “se criminalice el fútbol” y puso de relieve las diferencias entre los clubes pequeños del interior y las grandes instituciones de Buenos Aires: “Lamento que haya diputados que crean que el país se termina en la –avenid-General Paz”, expresó.
Tanto Moyano, como algunos diputados del peronismo y del kirchnerismo, coincidieron también al cuestionar el artículo del proyecto que penaliza a quien inicia una avalancha, por considerar que es “muy difícil” determinar con precisión tal acción.
Ante las críticas de la oposición, desde el oficialismo se mostraron diferentes reacciones, más allá de los intentos de Burgos y del mendocino radical Luis Petri por defender el articulado.
Mientras el macrista Fernando Iglesias les decía a los opositores que “se nota mucho y se ve muy claro que quieren meter el proyecto en el cuento de la buena pipa” y que hacían “papelones”; su compañero de bloque Ezequiel Fernández Langan agradecía “por la voluntad política del oficialismo y de la oposición” y llamaba a “seguir trabajando en la búsqueda de consensos”. (Télam)