Necrológicas
FRANCISCO JOSE MACUSO “PANCHO”
A los 66 años, el 30 de agosto se produjo el fallecimiento del vecino de María Ignacia, estación Vela, Francisco José Macuso, popularmente conocido como “Pancho”.
Además de ser un querido vecino de la localidad, fue un gran piloto del automovilismo regional.
Allegados y familiares lo despidieron con reconocimiento y sentidas palabras.
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Dedicatoria
“Siempre fuiste ganando Pancho.
Cuando era chico tenía como héroe personajes como Batman o Superman, lo común para cualquier niño de esa época, pero siempre existía la búsqueda para poder encontrar uno de carne y hueso, claro que Batman tenía su versión no animada con su famosa baticueva y batimóvil adelantándose a la época.
No recuerdo cómo, ni cuándo, pero hubo un momento en que el héroe que estaba buscando era él, alejado de los estereotipos de la televisión, uno de carne y hueso como el que quería tener.
Se subía a un auto rápido que sabía manejar y luchaba en la pista contra unos cuantos que querían sacarlo de ese recorrido donde se jugaban las cosas importantes para un niño. Después venía la parte de la premiación y estaba entre los tres elegidos levantando las grandes copas que otorgaba la organización.
Para los niños los héroes de verdad que más siembran son los padres o las personas cercanas que tienen alguna característica que sobresale dentro de esa limitada y feliz imaginación.
Lo que siguió después, a la distancia, fue menos interesante, con saludos amables, algún que otro cruce cordial de palabras dentro de una sintonía que conservaba la alegría de la infancia, pero los héroes no se tocan y no permitiré que este presente menos agradable rompa ese adorable recuerdo; por eso para mí siempre fuiste ganando Pancho, porque en ese modesto recuerdo, como en la televisión, los héroes terminan ganando.
Acompaño a toda la familia y amigos”.
Walter Pacheco
“El gran Pancho Macuso
‘No ha quedado nadie en el pueblo’, decían en la época en que vos, con aquella cupecita azul y el número 62 en las puertas, nos hacías vibrar con tus fuertes aceleradas y finos rebajes que parecían música para quienes escuchaban. Epoca de gloria.
Con la impecable “Empanada velense”, ganaste carreras por afano y también ‘de chapa y chapa’ como dicen los fierreros. ¿Sabés una cosa? Pasan los años pero me acuerdo como si fuera hoy verte recibido de ídolo allí en el circuito Juan Basso Aguirre de Cerro Leones.
En esa oportunidad, uno que no sabía perder, te hizo volar por el aire tirándote afuera del circuito. Pero volviste y con un pie derecho de plomo y alguna lágrima de bronca, con dos manos que volanteaban y acariciaban la palanca de cambios, le demostraste a todos que eras un grande.
Era verdad que no quedaba nadie en el pueblo porque ese día corrías vos. Pasan los años, la cupecita ya no está. Pero seguís siendo nuestro campeón sin corona. Formás parte de la gloriosa historia del pueblo. Gracias por tus grandes victorias y la amistad que me brindás. Pancho Macuso, ídolo de verdad”.
ROBERTO LUCIANO ALVAREZ
A los 55 años, el 27 de agosto falleció el conocido coiffeur Roberto Luciano Alvarez.
Su esposo, Diego Domingo Ezcurra, lo recuerda con sentidas palabras:
“Mi querido compañero:
¿Cómo expresar en palabras todo lo que fuiste no solo en mi vida sino en la de todos los que te conocieron?
Supiste contagiar las ganas de vivir con tu sonrisa pura y honesta; tu voz, tu risa, tu espíritu inquieto, lleno de sueños y proyectos, la pasión que pusiste en todos tus emprendimientos, especialmente en tu trabajo. Ejerciste la peluquería por más de tres décadas, sobre todo en Villa Italia, trabajo que hacías con tanta dedicación y amor que más de una vez no te importaba si te decían no me alcanza la plata o te pago cuando cobre.
Fuiste ejemplar en todo: como hijo, hermano, abuelo, el tío de todos, compañero bueno y fiel, amigo inigualable. Tu corazón fue una fuente inagotable de amor.
A pesar de tu lucha, la enfermedad que te aquejaba con el tiempo ganó.
Hoy me parece mentira estar escribiendo estas palabras, pero me reconforta saber que seguramente que ya estás en el mejor de los lugares.
Siempre te vamos a recordar con alegría porque dejaste nuestros corazones llenos de amor y de buenos sentimientos.
Te mando un besote, como era tu saludo habitual, y hasta pronto”.
HILDA CELIA LAVIN
El pasado 27 de agosto, a los 70 años, en las trágicas circunstancias oportunamente informadas, se produjo el deceso de la vecina Hilda Celia Lavín, junto a su hijo político Sebastián Román y a su amiga Isabel Colavita.
Hilda Celia Lavín vivió en Gardey, hasta que enviudó de César Miguel Giménez en el año 1986.
Posteriormente se trasladó a Tandil junto a sus hijas y trabajó en el Hospital Ramón Santamarina.
Se jubiló hace cinco años como técnica en la Unidad de Endoscopia Digestiva, lugar del que tenía profunda vocación y cariño.
Hoy la despiden con amor sus hijas Silvia, Rosana y Marisa Giménez; sus hijos políticos Sergio Leguizamón y Pablo Gómez; sus nietos Agustín, Angelina y Carolina Leguizamón, y Federico Román; su hijo del corazón Juan César Giménez; sus nietos del corazón Juan Martín, Lucas, Marcos Giménez, Natalia C., Natalia L. y Cecilia R; sus bisnietos del corazón Mariana, Matías, Camila, Sofía y Renata Giménez.
Recordatoria
“Vivía una vida plena, siempre trabajando, disfrutando de sus plantas y de su familia a quienes amaba.
En cada lugar de nuestra vida dejó su ausencia un vacío enorme, que vamos a extrañar todos los días.
Nos enseñaste con el ejemplo a cómo ser honestos, a trabajar, a luchar en los momentos difíciles y a dar amor. ¡Gracias! Te amamos mucho”.
MARIA ANTONIA ANDION VDA. DE GARCIA ORTIZ
El 28 de agosto último, a los 91 años, dejó de existir la vecina tandilense María Antonia Andion viuda de García Ortiz.
Había nacido en Tandil, el 1 de enero de 1926.
Era viuda desde 1980 de Camilo García Ortiz, con quien tuvo a sus dos hijos: Raúl Camilo y Marta Graciela. Con el correr del tiempo la familia recibió a los hijos políticos, Alicia Miraglia y Julio Muñoz.
María Antonia fue ama de casa y supo estar siempre a disposición de su grupo familiar, disfrutando y brindando amor a sus nietos a Fernanda y Gabriel García; Lorena, Gonzalo y Valeria Muñoz.
Gran compañera de su esposo, lo secundó en su amplia actividad social y comunitaria, especialmente cuando fue presidente de la peña El Cielito -cargo que décadas después también ocupara el hijo del matrimonio- e integró la comisión del Centro Gallego.
La familia y allegados la recuerdan con amor y elevan una oración por su eterno descanso.
AHIDE DUPRAT ALCHU DE REINOSO
A los 79 años, el 29 de agosto último falleció la señora Ahidé Duprat Alchú de Reinoso.
Había nacido en la localidad pampeana de Cachirulo, el 22 de enero de 1938.
Siendo joven contrajo enlace con Ramón Saúl Reinoso, quien es oriundo de Ayacucho pero en aquella época se desempeñaba como trabajador ferroviario en la vecina provincia.
Hace más de cuatro décadas y media, la pareja -junto a sus hijos mayores- se trasladó a Tandil, donde Ramón Saúl se desempeñó en Metalúrgica Tandil. La familia residía en el barrio Metalúrgico.
Ahidé y Ramón tuvieron seis hijos: María de los Angeles, María del Carmen, José María, Karina Haydée, Saúl Ramón y Pedro Gastón Reinoso.
Dedicatoria
Su esposo, hijos, hijos políticos, nietos, nietos políticos y bisnietos la dedican las siguientes estrofas del Poema de la Despedida (Canción del Adiós):
“Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo
y el corazón me dice que no te olvidaré,
pero al quedarme solo sabiendo que te pierdo
tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.
Te digo adiós y acaso con esta despedida
mi más hermoso sueño muera dentro de mí,
pero te digo adiós para toda la vida
aunque toda la vida siga pensando en ti”
JULIA ESTHER LABOURDETTE DE ERRECABORDE “COCA”
El 20 de agosto, a los 81 años, se produjo el fallecimiento de Julia Esther Labourdette de Errecaborde, popularmente conocida como “Coca”.
Con 53 años de casada, fue una fiel esposa, compañera, amiga y una madraza para la crianza de sus tres hijos.
Quienes la conocieron saben de su bondad y cariño para con todos.
“Lamentablemente el destino te separó de todos nosotros en la parte física, pero en el recuerdo permanecerás para siempre, por lo buena persona que siempre fuiste.
Coquita: te vamos a extrañar muchísimo el nido quedó vacío.
Eduardo, Gustavo, Marcelo, Claudia y demás familiares y amigos”.
ROSARIO CASCON VDA. DE FERRAGGINE
El pasado 25 de agosto, cuando restaban pocos días para que cumpliera 86 años, se produjo el fallecimiento de la vecina de María Ignacia (estación Vela) Rosario Cascón de Ferraggine.
Hija de inmigrantes españoles, nació en el campo el 30 de agosto de 1931. Formaba parte de una gran familia, ya que tuvo 14 hermanos.
A los 16 años perdió a su madre y junto a una hermana se hizo cargo de la crianza de sus hermanos, el más pequeño de tan sólo 40 días.
Encontró el amor de su vida en Modesto Vito Ferraggine, con quien compartió 68 años.
Con Modesto, fallecido en marzo pasado, tuvo a sus dos hijas: María Teresita y María del Rosario Ferraggine.
La familia se integraba también por sus hijos políticos Aníbal Jorge Lanz y Luis Narciandi; sus nietos Valeria y Anabela; Ivana, Máximo y Leandro; sus bisnietos Santiago, Nicolás, Gonzalo, Bosco, Emilia, Valentina y Segundo; además de hermanos, hermanos políticos, nietos políticos y sobrinos.
Rosario era una mujer muy querida en su pueblo, donde era conocida como una persona muy sociable, buena amiga y muy activa, además de brindarse permanentemente a su familia.
Sin dudas el deceso de su compañero de ruta, hace unos cinco meses, hizo mella en su espíritu y le generó el deterioro de su salud.
Su rectitud y ejemplo de vida quedarán en su familia como estandartes a honrar.
Recordatorio
“Días pasados nos dejó sin su presencia física, pero con una enseñanza de vida maravillosa para quienes tuvimos la dicha de compartir con ella partes de su vida.
El dolor es profundo y creciente. Tu energía, tu amor y entrega fue de gran valor para su esposo, hijas, nietos y bisnietos y para quien lo necesitara.
Te amaremos por siempre Descansa en paz.
Tu familia”.
BENIGNO JESUS GAYOSO
A los 73 años, el 25 de agosto pasado falleció Benigno Jesús Gayoso, “Bolita” como lo llamaban sus excompañeros ferroviarios y el “Tío”, como lo conocían en el barrio y los chicos de la canchita de “Limache”, donde daba fútbol a los chicos de los distintos barrios.
Era fanático de Racing y muy conocido por el partido de su corazón, la Unión Cívica Radical, fuerza a la que estaba afiliado desde muy joven.
Nació el 21 de mayo de 1944 en Tandil. Jesús hizo la primaria en la Escuela 11 y fue profesor de peluquería en la Escuela 21.
Dejó su función docente para dedicarse a trabajar en el galpón del taller del ferrocarril.
Sus deportes fueron el fútbol -con el cual recorrió varios clubes y participó en comisiones- y las bochas.
Hace 27 años conoció a Marta, su pareja, y sus tres hijos del corazón: Héctor, Clara y Elizabeth González. Luego se sumarían los yernos Carlos Echeverría y Alejandro Huber; y sus ocho nietos: Hectitor (fallecido), Norma, Luján, Yohana, Karen, Malina, Maxi y Leandro. Dos de sus nietos vivían con él.
Su deseo siempre fue ver a su nieto Maximiliano González jugando en primera división del fútbol argentino.
Recordatoria
“Abuelo:
Me quedo con todo lo más lindo: tus anécdotas, tus historias, tus consejos de cómo ser mejor en el fútbol y todo lo que hiciste por mí y por mi hermano Maxi.
Siempre vas a estar en mi corazón.
Recuerdo cuando me dijiste que soy la luz de tus ojos. Ahora vos sos la luz que me guía desde arriba. Te quiero mucho.
Prometo cuidar a Thiago, tu fiel compañero.
¡Gracias por todo, mi querido abuelo!”.
Yohana Huber.
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