Necrológicas
MARÍA JOSÉ FABRE
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Nació en Tandil el 26 de junio de 1993. Hija de José Luis y Gladys y mamá de Amelia. Cursó el primario en la Escuela 11, realizó en Comercio parte del secundario y en la actualidad se encontraba terminando sus estudios en la Escuela Media 2.
Durante años se dedicó al cuidado de niños. Supo hacer infinidad de amigos que hoy la recuerdan con gran cariño y mucho amor. Por su generosidad y humildad la rememora su amiga Serafina (‘Fini’).
Muy consejera y con vista al futuro según su amigo Gustavo, su primo Alberto y su señora Mariana, espontánea y de resolución a la hora de hacer planes de último momento. Laura destacó su compañerismo y fiel prima hermana.
Su tía María y madrina la va a llevar siempre en su corazón. Su tía Mercedes recuerda que siempre tenía un motivo para festejar. Dani y Max lo resumen en ocho años de amistad incondicional, amaneceres en línea y charlas interminables. Con Max todo empezó en “no me caías bien” y terminó en una entrañable amistad real y única como Majo.
“Hija fuiste hermana y madre de tus hermanos Leo, Bren, Lau, Juli, Lucía, Bruno, Valen. Sebastián tu padrastro. Tus tíos, primos y abuelos te recuerdan”.
“Niñita a pesar de nuestras discrepancias siempre enfrentamos la vida junta. Fuiste una gran compañera y apoyo. Amabas la música y tus guitarras. Le damos gracias al universo por haberte prestado un ratito. Nos volveremos a ver, no es un adiós sino un hasta luego de todos los que te aman”, la despidieron.
ERNESTO MAJIN HEVIA (POCHO)
Ernesto Majin Hevia ‘Pocho’, nació el 28 de febrero de 1941 en Tandil. Casado con Ramona María Rodríguez (f), fruto de ese amor tuvieron tres hijos: Luciana Andrea, Lucas Alfredo y Leonardo Ariel.
Dedicó su vida a su familia y al trabajo de campo, convirtiéndose en uno de los mejores inseminadores, con 99 por ciento de efectividad. Trabajó hasta jubilarse en la Estancia “El Choique”. Un apasionado del fútbol, seguidor del Club Defensores de Napaleofú e hincha fanático de River Plate, el club de sus amores.
“El pasado 3 de agosto de 2020, luego de varios días de lucha, te fuiste con mamá. Tus hijos Luciana, Lucas y Leonardo junto a familiares y amigos te despedimos con gran dolor, pero con la tranquilidad de que estás descansando en paz. Dejas una huella imborrable en tus pequeños nietos, María Emilia, Josefina, Juliana, Tomás y Benjamín. Siempre te recordaremos con gran cariño y te llevaremos en nuestro corazón. Hasta siempre y que en paz descanses querido viejo. Tus hijos, nueras, yerno y nieto”.
ELVIA MATILDE ZABALA DE BRIASCO (NUCHA)
Nació en Coronel Dorrego el 24 de mayo de 1937 y su infancia al igual que parte de su juventud transcurrió en Bolívar, donde se casó con Roberto Raúl Briasco (Tito) y nacieron sus dos hijos Alicia y Emilio. En reuniones familiares siempre surgía un recuerdo grato de aquel lugar.
En 1971 la familia se mudó a Tandil ya que el año anterior el ferrocarril había trasladado a su esposo. Fue una mamá trabajadora, hogareña, alegre, fuerte, generosa. “El inmenso cariño que nos tenemos, nos cuidará siempre. Gracias, Dios te bendiga querida mamita. Tus hijos”.
LUIS ARDITO
Luis Ardito falleció el pasado 31 de julio de 2020, provocando la infausta noticia un profundo dolor entre sus familiares y amigos.
Había nacido en la vecina ciudad de Rauch el 25 de agosto de 1923 y tiempo después se casó con Fortunata Falceta con quien tuvo dos hijos Blanca y José Luis, seis nietos Silvina y Omar Ojeda; Virginia, Matías, Ayelen y Mauro Ardito y una nieta política Pamela González.
Fue trabajador ferroviario y pintor de obras y desde su llegada a Tandil estuvo vinculado al popular barrio de Villa Italia donde vivió. En cuanto a sus pasiones de joven, le fascinaba jugar a las bochas, actividad que cada vez que pudo la realizó. Su familia lo recuerda y llevará siempre en sus corazones.
CARMEN BIONDI
El pasado 10 de agosto de 2020 falleció en Tandil Carmen Biondi, una vecina con un fuerte compromiso social además de ser una luchadora incansable por la promoción y protección de los derechos de las personas con discapacidad.
Dejó su huella y trabajó por lo que más necesitan hasta su último instante de vida, ya que su deceso se produjo luego de mantener una reunión en representación del Consejo Asesor de Políticas de Discapacidad.
Biondi trabajó al lado de Alicia Brivio (Tita), un binomio que con una fuerza inconmensurable y superando distintas adversidades logró hacer realidad el Centro de Salud Mental.
Desde el regreso de la democracia fue una militante que dejó muchos recuerdos en Villa Italia, más precisamente en la unidad básica ‘Evita Capitana’; posteriormente fue secretaria de bloque y luego candidata cuando Tita Brivio se había alejado de la política.
Esa fortaleza la llevó a generar fuertes vínculos con distintos sectores e instituciones que fueron surgiendo y que tenían como eje tratar y aportar soluciones a los temas de discapacidad.
Su hija Verónica del Carmen Bellido Biondi, su hijo político Alberto y su nieto Valentín la recordarán por siempre como la mujer que marcó el camino en cuanto a la lucha y que se supo ganar el respeto de todos.
“El Andamio espacio terapéutico educativo. Centro de Día Manos Abiertas. Asociación Civil Síndrome de Down. Centro de Día Procedere. Centro de Día Días de Luz. Doctora Evangelina Nicoll. Asociación Civil Todo Gira Distinto Tandil. Taller Protegido Tandil. Asociación Civil Ciane. Agrupación TEA Tejiendo Lazos despedimos a nuestra amiga. Gracias querida Carmen. Siempre estará con nosotros tu fuego, pasión y profesionalismo. La llama de tu entrega y obra no se apagarán jamás.
Nuestro respeto, admiración y eterna gratitud. Sentido abrazo a tus seres queridos. Tu voz y labor vivirá por siempre”.
OMAR SANTIAGO SALOMÓN
Omar Santiago Salomón había nacido en Trenque Lauquen (provincia de Neuquén) el 7 de agosto de 1940, hijo de Santiago y María Luisa Gamizo.
Residía en Tandil desde hacía 43 años junto a su esposa Susana Beatriz Salomón y sus hijos Yanina, Verónica, Griselda, Omar y Gustavo.
Falleció el pasado 2 de agosto de 2020, causando su deceso un profundo dolor entre sus seres queridos y amigos, quienes siempre lo recordarán.
MARÍA IBARRA DE TORRES
El pasado 2 de agosto, a los 87 años falleció María Ibarra, partió para reunirse en el cielo con su hijo Juan, quien la esperaba desde hace ya once años.
Le encantaba contar los años de casados con su compañero de vida Antonio Torres, con quien a pocos días de fallecer, logró cumplir con él la maravillosa cantidad de 67 años de matrimonio.
Fue y será una gran esposa, madre, abuela y suegra; de enorme corazón, siempre presente y dispuesta a ayudar a quien lo necesitaba. La familia no olvidará la dedicación que ponía cuando alguien necesitaba una mano, tomando bajo su seno a muchas personas como si fueran nietos o hijos postizos.
Gran vecina de Villa Italia, lugar donde nació y vivió. Barrio en el que además tuvo la despensa “María” ubicada en la calle Quintana al 1000.
Allí se hizo de muchos amigos y conocidos hasta el día en que se jubiló, quienes aún recuerdan esas épocas y donde quedaron muchas buenas anécdotas para recordar. Principalmente las de sus nietos, a quienes les encantaba siempre ir para llevarse una golosina o chuchería después de la visita.
Siendo segunda hija de los Ibarra-Bilbao, familia humilde y luchadora, siempre tuvo bajo su cuidado a sus ocho hermanos, hábito que nunca dejó de ejercer para con sus hijos, nietos, amigos y allegados.
“Siempre te tendremos en nuestros corazones como guía y ejemplo de vida a seguir, te vamos a extrañar y recordar con ese espíritu generoso y pujante y esa sonrisa y alegría que tanto te caracterizó. Que descanses en paz. Te amamos por siempre: Antonio, José, Liliana, Andrés, Pablo y Patricia”.
IGNACIO DE MUGURUZA
Ignacio de Muguruza falleció el jueves 6 de agosto de 2020 a los 88 años. Nació en Ayacucho, el 29 de mayo del año 1932. Hijo de Saturnina Camio y Francisco de Muguruza. Su infancia transcurrió junto a 14 hermanos (8 varones y 6 mujeres), en un campo en la estación de Cangallo. Fue durante su adolescencia cuando llegó a formar junto a sus hermanos varones, un equipo de fútbol.
El 24 de enero del año 1964, se unió en matrimonio con María Elena Rodríguez, quien fue su compañera, a partir de allí, en cada momento de su vida y con quien tuviera dos hijos, Julio y Carlos de Muguruza.
Su gran amor por el deporte lo llevó a más tarde a convertirse en una persona muy reconocida dentro del mundo del atletismo, formando parte durante varios años de la Agrupación Celeste y Blanca.
Ya jubilado, prefirió dedicarse al cuidado y estética de su quinta perfecta. Por supuesto sin olvidarse de sus pasiones, el fútbol (con su Racing querido), y el peronismo siempre en el alma.
Fue un hombre de corazón noble, de alma luchadora y de una fortaleza infinita. No se detuvo, a pesar de los golpes que le dio la vida; se levantó, tomó siempre más impulso y siguió firme en su marcha hasta cruzar la meta.
Se fue sereno, como prendido de un sueño lindo. Y hoy se lo extraña, pero su familia siente su presencia en cada paso que dan. Lo sienten como en su querida huerta, con su silencio dándoles la luz que necesitan para seguir el camino. Cuidándolos como a cada brote, como a cada planta. Guiándolos para crecer fuentes como sus girasoles altísimos, y enseñándoles a través de ellos a buscar la luz del sol; y en los días grises, como los que atraviesan ahora, no quedarse con la cabeza baja, sino mirándose los unos a los a los otros, compartiendo la energía, hasta que vuelva a salir el sol.
“Tu esposa Elena; tu hijo Julio; tus nietos Juan, Yael, Leonel, Karen y Nicolás; tu nieta del corazón Brenda; tus bisnietos Jazmín, Benjamín, Santino y Dante; nueras, hermanos y amigos; te queremos y te recordaremos siempre con una sonrisa”.