CRISTINA CID&nbsp;<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2025/10/cristinacid.jpg" alt="CristinaCid"></figure>Nació en Tandil el 31 de agosto de 1943. Falleció en Buenos Aires el 22 de septiembre de 2025, a los 82 años.Cantante, madre, guitarrista, docente y, sobre todo, alguien que nunca olvidó sus raíces.En 1967 creó el primer coro de niños en su Tandil natal, el Coro Alborada. Ya en Buenos Aires, hizo carrera en el Teatro Argentino de La Plata y en el Teatro Colón. Docente y concertista, fue una exponente magistral del género de música de cámara. Su candor, su entrega y su generosidad llevaron a que dejara una marca imborrable en sus alumnos, así como en todos los que tuvieron la dicha de dejarse tocar por su arte y su pasión de vivir.“Estarás por siempre en los corazones de tus amigos, de tus alumnos, de tu familia, y en especial de tus hijos y tu nieto. Tu espíritu libre e insobornablemente auténtico podrá al fin volar... y cantar”.&nbsp;&nbsp;CLAUDIA ISABEL HERNÁNDEZ<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2025/10/claudiahernandez.jpg" alt="ClaudiaHernández"></figure>&nbsp;Nació en La Plata el 29 de julio de 1962. Falleció a los 63 años el 17 de septiembre de 2025.Desde muy chica quedó deslumbrada por dibujos vinculados a medicina. Quería ser médica, ése era su sueño, sueño que cumplió. Toda su vida la dedicó a la medicina. La anécdota de los dibujos alguna vez la contó a su supervisor en tiempos de residencia, luego a su colega, Jorge, con quien compartió su trabajo en el Hospital durante toda su carrera.“Despedí a Claudia una noche en un tren que salía de madrugada desde Tandil, ella sola, con una pequeña valija, viajando hacia su primera clase en el curso de ingreso a medicina en La Plata, su ciudad natal. Otros tiempos, y con no mucho más de 20 años su única salida para llegar a tiempo a clase fue ese tren cuyo pasaje costó conseguir. Un paro de colectivos y dificultades para viajar de otro modo determinaron esa elección. Fuimos solos, caminando en la noche hasta la estación. No supe de ella hasta que días después me llegó una carta donde me contaba que el tren no tenía calefacción. Así llegó con frío a Constitución a mitad de la mañana de lunes. Luego, en otro tren a La Plata. Corriendo, pero a tiempo para su primera clase que por suerte le tocó en la tarde. Me contaba que estaba bien y ya en busca de un lugar para alquilar. Estudiando para aprobar un examen de ingreso conocido en esa época por el cupo y lo difícil. Se había preparado durante un año.No sólo fue difícil el inicio, debió superar muchas dificultades durante sus estudios, problemas ajenos a su carrera pero que la afectaron. Fue capaz de superarlos. En el camino recuerdo su fascinación por los dibujos médicos de Da Vinci en el museo Vinciano en Italia.Un día viajamos a buscar su título. Contenta, muy contenta. Su mirada brillaba el día que le otorgaron la matrícula médica. Pronto su residencia en el Hospital. Años de guardia de 24 horas, fines de semana, en días diferentes. Al tiempo otros trabajos.&nbsp; De investigación, internación domiciliaria, geriátricos. Gente con quien trabajó la recordaba siempre corriendo con las mangas de su ambo volcadas sobre sus brazos. Sí, yo que estaba cerca de ella sé de su preocupación, de sus salidas a ver un paciente a cualquier hora, aún en la noche, en los fines de semana, o a veces regresar desde algunos kilómetros de ruta porque llamó un paciente o ingresó en protocolo, justo cuando salíamos, tal vez hacia la playa. Algún accidente en ruta al que por azar llegábamos al poco tiempo de producirse. Ella bajaba corriendo a ayudar mientras yo trataba de ubicar triángulos y balizas, no medía su propio riesgo al dedicarse a los accidentados. A bordo del coche, siempre descartables, estetoscopio y demás equipo médico. Recuerdo estar llegando a Tandil luego de uno de los viajes al sur que tanto amaba. El teléfono sonó. Parar al borde de la ruta para cambiarse con ambo y dirigirse directo a ver un paciente, ya muy tarde y luego de un viaje de días seguidos. Así de responsable.&nbsp; En la pandemia se ocupó sin dudarlo. ‘Es mi obligación’, decía. Trabajó día y noche. La recuerdo en su computadora, a cualquier hora, buscando lugar para alguna ambulancia con pacientes en ruta, o mil tareas de ese tipo.Claudia amaba la medicina, las plantas, el sur de Argentina y las rosas que allí cultivan. Los lagos y ríos del sur. Su gata Micha y su gato Micho, que la esperaban en el cielo. Sus gatitas Iris y Hani, que la despidieron con rosas rojas.Su amigo Nacho me dijo que Claudia dejó una huella imborrable. Seguro también en muchos de sus amigos, compañeros y colegas. La lista es larga y no la enuncio pues no quiero olvidar a alguien. Pero permitan una excepción, menciono a Liliana y Fabiana, sus colegas y amigas, que estuvieron con ella hasta el final.Claudi, por siempre seguro en el cielo en compañía de la Micha y siempre pensando en sus pacientes”.&nbsp;&nbsp;&nbsp;ÁNGEL PABLO SPERONI<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2025/10/angelsperoni.jpg" alt="AngelSperoni"></figure>Nació en Tandil el 31 de julio de 1954 Falleció el 14 de septiembre del 2025 a los 71 años.Hijo de Chola y Ñeco.Hermano de María Laura Speroni.Casado con Laura Hernández.Padre de Pablo, Andrés, Tomás, Alejandro y Juan.Abuelo de Lola, Luca, Maia, Inés, Gaspar y Simón.Ángel para algunos, Pablo o Ángel Pablo para otros, Angelito, Pelado, Ángelo, el Gordo, fue (ante todo) un tandilense exageradamente orgulloso de la ciudad en la que le tocó nacer. La consideraba, con absoluta convicción, la ciudad más linda del mundo.También fue radical, de aquéllos que se rompen pero no se doblan. Fue concejal en uno de los momentos más importantes de la historia política del país. Y antes fue presidente del Centro de Estudiantes de la Universidad de Mar del Plata. Fue un amante de la política y la militancia.Hincha de Racing y, como solía decir, “nacido para sufrir”.Fue alumno del San José. Católico pero de práctica algo inconstante.Un amigo presente y un fiel compañero. Apasionado, algo terco y orgulloso.Fue un loco de los autos y las carreras, y un admirador de los pilotos. Fanático de Fabián Acuña hasta su última vuelta.El café de los sábados a la mañana en el centro supo ser su religión. Fue un lector incansable. Un defensor de la naturaleza, las sierras y el paisaje tandilense. Amaba el parque y su vista panorámica. Fue de los que creyó, allá lejos y hace tiempo, que Tandil iba a ser una de las ciudades turísticas más importantes del país. También un fundamentalista de la bella Mar del Plata. Y un fanático del diario de papel.Un progresista en sus ideas y algo conservador en sus actos. Un tipo que creía y luchaba por un mundo más justo. Fue un apasionado por la historia argentina. Alfonsinista pero sobre todo admirador de Illia e Yrigoyen. Y algo antiperonista.“Un hombre poco atraído por la actividad física y algo alérgico a las herramientas domésticas. Un amante de las calles adoquinadas. Fue un emprendedor de ideas atrevidas, pero con poco viento a favor. Un admirador de la poesía de José Hernández en el Martín Fierro. Muy poco amigo de la cocina pero un muy buen asador, destacado por su muñeca para el chinchulín. Un hombre justo. Fue también un gran tío. Un hombre cariñoso y afectuoso con una mirada tierna. Un poco miedoso. Un luchador incansable. Un hijo compañero. Un hermano comprensivo y un hermano de sus primos. Un gran esposo. Un papá presente y compinche.Un tipo que hizo lo que pudo, y pudo mucho. Y que lo hizo muy bien.Te vamos a extrañar todos los días.Tus cinco hijos”.&nbsp;ANÍBAL OSCAR DE VANNA (“COKI”)&nbsp;<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2025/10/anibaldevanna.jpg" alt="AníbalDeVanna"></figure>Falleció a los 79 años, el 29 de septiembre de 2025.“Tenía un corazón lleno de amor y gratitud. Queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento por todo lo que has sido para nuestra familia. Has sido el sostén que nos ha mantenido unidos, el pilar que nos ha dado fuerza en los momentos difíciles y el faro que nos ha guiado en la oscuridad.Tu amor y dedicación han sido incondicionales, y siempre has estado allí para todos nosotros, sin importar lo que sucediera. Has sido un esposo consentido, un amoroso padre para tus hijos, un abuelo presente para tus nietos, más que un suegro un padre para tus yernos y nuera, y un amigo para todos los que te conocían.Recordaremos siempre los momentos en que nos reuníamos en el quincho, rodeados de risas y música, él siempre estaba dispuesto a hacer que los demás se sientan bienvenidos.Siempre has tenido una palabra de aliento para los que la necesitaban, un abrazo para los que se sentían solos, y un oído atento para los que querían hablar.Tu legado va más allá de tus logros. Tu verdadero legado es el amor y la felicidad que has compartido con todos nosotros. Has enseñado a tus hijos y nietos el valor de la familia, la importancia de la amistad y la necesidad de vivir cada día con pasión y propósito.Querido Coki, te agradecemos por ser nuestro sostén, nuestro amigo y nuestro guía. Te agradecemos por ser un ejemplo de amor y dedicación para todos nosotros.&nbsp;Que tu espíritu siga vivo en nuestros corazones, y que tu legado siga inspirándonos a ser mejores personas. Te amamos y te recordaremos siempre.Con todo nuestro amor y gratitud.Tu familia”.&nbsp;SILVIA SUSANA DE ROSA&nbsp;<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2025/10/silviaderosa.jpg" alt="SilviaDeRosa"></figure>Nació el 10 de enero de 1954. Falleció a los 71 años, el 4 de septiembre de 2025.“Nuestra querida madre y esposa, Silvia Susana De Rosa, nos deja un vacío irreparable en nuestras vidas.Hija de la China y Adolfo, hermana de Mónica y Graciela, madre de cuatro hijos, abuela orgullosa de nueve nietos y una bisnieta, y esposa inseparable de su gran compañero de vida, Ricardo.Silvia fue una mujer noble, de corazón inmenso. Una madre incondicional, generosa y luchadora, que supo dejar huellas imborrables en todos los que tuvieron la fortuna de conocerla.Fue una gran profesional, martillera seria y empática, generando vínculos sólidos, construyendo una trayectoria impecable, siempre guiada por la honestidad y la dedicación.Pero, sobre todo, amaba intensamente la vida: disfrutaba de lo simple, como viajar, leer, caminar, cocinar para sus nietos, preparar asados para su familia y abrir las puertas de su hogar con la calidez de una verdadera anfitriona. Cada encuentro, cada charla y cada instante compartido eran para ella una alegría en su corazón.Su vida fue entrega, ejemplo y fortaleza.Hoy la recordamos con gratitud infinita, celebrando el legado de amor que nos dejó y honrando su nombre por siempre”.&nbsp;&nbsp;EVA CÓRDOBA<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2025/10/evacordoba.jpg" alt="EvaCórdoba"></figure>Nació el 7 de julio de 1969. Murió a los 56 años, el 1 de octubre de 2025.Fue maestra jardinera en el 904 y 905. Luego, estudió como maestra de grado, psicopedagoga. Avanzó en su carrera siendo vice directora y directora del 905, incluso llegó a inspectora. Madre de dos hijos: Enzo (28) e Ivana (20). Estaba casada con Carlos Ussai desde hacía 30 años. Una enfermedad con la que luchó durante diez años finalmente le ganó la batalla”.&nbsp;MIGUEL BRATANICH<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2025/10/miguelbratanich.jpg" alt="MiguelBratanich"></figure>Nació el 11 de enero de 1940. Falleció a los 85 años, el 1 de octubre de 2025.Hijo de inmigrantes yugoslavos: Teresa y José, hermano de Virginia y Mirta, se crió y trabajó en el campo (zona del cruce Scarminacci). Realizó sus estudios primarios en la escuela Los Mimbres, secundario en técnica N°1, fue gasista y plomero de profesión, y apicultor.Estuvo casado por sesenta años &nbsp;con Élida Atteret (Katy), con quien tuvo dos hijos: Pablo y Mónica Bratanich.Fue un hombre de total integridad, palabra, honradez, trabajo y respeto.Formó una bella familia junto a Katy, sus hijos, seis nietos y una bisnieta, que siempre lo recordarán con amor y cariño.Sus familiares agradecen al personal de médicos, enfermeras y mucamas del Hospital Ramón Santamarina, y al médico y la enfermera de PAMI por el amor y cariño entregado”.

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