Jóvenes ingenieros crearon una máquina alambradora que promete gran innovación
Un proyecto académico concebido en las aulas de la Universidad Nacional del Sur (UNS) se ha materializado en una máquina alambradora inédita (en prototipo) que promete una revolución en el sector rural argentino.

El tema es eje de un nuevo podcast de El Eco Campo, debido a que es un inédito desarrollo que integra todas las etapas del trabajo de alambrado, desde los pozos y la colocación de postes hasta el estirado del propio alambre.
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Se trata de una creación de un equipo de jóvenes talentos que tiene entre sus integrantes al vocero, Bruno Cosini, ingeniero mecánico graduado esta semana en la Universidad Nacional del Sur.
El proyecto surgió como parte de una asignatura universitaria, con el objetivo primordial de abordar y resolver un problema desde el ámbito de la ingeniería mecánica. "La idea principal de la materia es venir a plantear un problema y tratar de resolverlo desde el ámbito mecánico", explicó Cosini.
La meta es clara: disminuir el esfuerzo físico y reducir el tiempo que demanda la instalación de alambrados, una labor históricamente artesanal y extenuante en el campo.

La innovadora máquina es un tráiler de fabricación nacional que se acopla a la toma hidráulica de un tractor y se mueve gracias a la tracción de este mismo vehículo.
Su diseño es notablemente ingenioso, al integrar en un solo equipo varias funciones clave. Por un lado tiene una hoyadora que se encarga de perforar el pozo para el poste, mientras que un mecanismo inteligente permite que el alambre corra entre los postes a medida que la máquina avanza, eliminando la necesidad de recorrer nuevamente el camino para pasarlo, lo que optimiza significativamente el tiempo.
Tiene además una clavadora o pisonadora que se encarga de hincar y asegurar el poste en el pozo recién excavado.
Eficiencia
La eficiencia fue un pilar en su concepción, ya que la máquina está pensada para operar con solo dos personas: una manejando el tractor y la otra operando las palancas que comandan la hoyadora y la clavadora desde el tráiler, o incluso caminando al lado de la máquina debido a la baja velocidad.
En términos de capacidad, el diseño inicial apunta a la realización de 210 metros de alambrado, lo que equivale a la colocación de 15 postes.
Esta longitud fue determinada en función de las regulaciones de la Ley Nacional de Tránsito, que limitan el desplazamiento del tráiler por las rutas. Según las primeras estimaciones del equipo, estos 210 metros podrían completarse en aproximadamente seis horas, lo que representa un avance considerable frente a los métodos tradicionales, cuyo tiempo varía ampliamente según la cantidad de personal e insumos utilizados.
Si bien la máquina está concebida inicialmente para suelos blandos, con poca piedra, sus creadores aseguran que su diseño es adaptable a otros tipos de terreno, simplemente reforzando o cambiando el tornillo sin fin que realiza el pozo.
Esfuerzo conjunto
Detrás de este proyecto transformador hay un equipo de cuatro ingenieros recién egresados de la Universidad Nacional del Sur: Bruno Cosini, Max Schwab (también de Bahía Blanca), Mateo Garrido y Blas Fernández (ambos provenientes de Río Negro).
Contaron con la orientación indispensable del profesor César A. Lanz.
El trabajo en equipo fue un elemento crucial, ya que se trató de un proyecto "muy largo" que demandó "mucho tiempo y mucho esfuerzo". Bruno Cosini destacó que tres de los cuatro integrantes del grupo incluso renunciaron a sus trabajos para poder dedicarse por completo a terminar la carrera y el proyecto. Por ello, la difusión y el reconocimiento que ha logrado este desarrollo son un "pequeño reconocimiento a ese esfuerzo".
Es que el proyecto de la máquina alambradora ha despertado un notable interés. En Argentina, el equipo no encontró precedentes de máquinas similares.
Si bien existen desarrollos de este tipo en países como Australia y Canadá, estas se adaptan a otros insumos (como varillas que no son de madera), lo que subraya la versatilidad y adaptación necesarias para cada mercado.
A nivel institucional, el proyecto ya recibió un importante respaldo al ser declarado de "interés productivo" en la provincia de Río Negro.
Además, la Universidad Nacional del Sur ha contactado al equipo para coordinar reuniones y explorar cómo continuar con el desarrollo. También hubo acercamientos con una empresa local que vende insumos para el campo, incluyendo postes de plástico reciclado, quienes mostraron gran interés en la innovación.
Para llevar este prototipo a una etapa de producción, los ingenieros ya tienen definidos los próximos pasos. El primero será realizar un estudio de costos, un aspecto no requerido por la materia académica. Posteriormente, la idea es construir un prototipo real para validar el rendimiento de los 210 metros de alambrado, evaluar los tiempos y confirmar la solidez del análisis original que sustenta el proyecto.
Educación pública y talentos
El logro de este equipo de flamantes ingenieros también resalta el valor y la importancia de la educación pública en Argentina.
Bruno Cosini, quien asistió a una escuela secundaria técnica, afirmó que nunca dudó en elegir la Universidad Nacional del Sur, destacándola como una "herramienta excelente para que cualquiera pueda acceder a este tipo de formación que es tan importante para el país".
La concreción de este proyecto se suma a la celebración personal del equipo. Blas Fernández ya se recibió de ingeniero, y Mateo Garrido lo hacía el mismo día de la entrevista, mientras que Bruno Cosini también celebró su flamante graduación.
"Son muchas, muchas cosas que se juntan. Obviamente está toda la familia siempre detrás, más ellos dos que vienen de Río Negro, no debe ser fácil alejarse de la familia, así que nada, también es un regalo para la familia el título", concluyó Cosini, reflejando el impacto personal y familiar de este trascendental logro académico y profesional.