La producción de papa semilla también evoluciona en busca de calidad y rindes
En la serie de podcast de El Eco Campo, la idea es conocer las distintas aristas del cultivo de la papa, una producción emblemática en la región sudeste bonaerense.

La semilla ocupa un rol central al momento de la siembra de la papa y en la región existe una empresa especializada, de la cual Santiago Miguel Remon es gerente superior de producción y comentó el trabajo que realiza la firma Drakar SRL.
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La empresa se dedica desde hace décadas a la producción de semillas para papa y a través del diálogo se conocieron detalles tanto de los materiales utilizados en los últimos años y de cómo se perfila el panorama para la próxima temporada.
Remon dijo inicialmente que “empezamos a hacer semilla en la zona de Tres Arroyos y fuimos los primeros, en el año 1985 En 1987 reemplazamos la importación”.
Era la época en la que “se importaba de Holanda o de Canadá, dependiendo de las variedades y había algunas variedades nacionales. En 1987, a partir de un programa de producción bajo cubierta reemplazamos la importación de papa en la Argentina”.
La producción de papa semilla tiene un nicho de mercado muy interesante y “ahora estamos empezando a buscar mercados en el exterior para poder exportar”, dijo Remon.
“Las semillas tienen los primeros resultados, los análisis están buenos y estamos cosechando”, explicó el referente de la empresa.
El trabajo llevado adelante evalúa las diversas etapas que incluyen laboratorio, rendimiento de campo y almacenamiento.
Santiago Miguel Remon planteó que “la zona semillera más importante del país es la que está en Tres Arroyos, porque las demás han tenido problemas de enfermedades”, entre las que mencionó a Malargüe, Tafí y Las Estancias.
Tendencias
Al momento se ser consultado acerca de las preferencias que tienen los productores, Remon dijo que “básicamente se siembra Innovator para industria y Spunta para el mercado fresco”.
Desde la empresa, además, se realizan ensayos “con alrededor de 40 variedades. Algunos son prominentes pueden andar muy bien, algunos son para industria y otros son para fresco”.
Para este último sector “se están haciendo variedades de ciclo corto, intermedio o largo, depende de la situación de cada zona y adaptación. Algunas son muy buenas para lavar, para cepillar. La idea es tener un conjunto de variedades que se adapten a las necesidades de los productores”, se dijo.
Innovaciones
Al momento de conversar acerca de las nuevas variedades, Ramon marcó que “hoy hay un montón nuevas en el mundo” y puso como ejemplo que desde Drakar trabajan en ese sentido con cuatro semilleros de Holanda, con una universidad de Estados Unidos y otro semillero Escocia.
“Nos entregan variedades que nosotros probamos acá. Todo se inició porque empezamos a exportar a Brasil y Uruguay y nos pedían variedades especiales distintas a la spunta. Por ejemplo, Uruguay consume variedades de piel roja; o para industria, en el caso de McCain, que se fue a instalar allá. Estamos trabajando para ellos y también en el mercado fresco. La gente con la que estamos vinculados de afuera ya tiene mercados hechos y es más fácil colocarla así que ir a desarrollar los mercados”.
Muchas variedades nuevas se adaptan a nuestro país, en cuya zona norte “se requiere un ciclo más corto o incluso acá. Son variedades que los cien días ya tienen producción y están listas para cosechar. Son ciclos tempranos y algunas para la industria que podrían llegar a ocupar otros nichos, como más tardías o más contenido en materia seca”, según se busque.
Clima y sanidad
Remon señaló que “estamos haciendo ensayos en todo el país con esas variedades. Los hemos hecho en Mendoza, en Córdoba, en Villa Dolores, en Tandil y en Balcarce”.
Admitió que la campaña pasada “ha sido una temporada difícil, muy seca, por lo que se ha perdido rendimiento en general. Córdoba ha tenido muchísimos problemas de trips, acá también en el sudeste” mencionando entre los problemas la transmisión de top necrosis que es perjudicial para los cultivos. En Villa Dolores también”.
Añadió que “el cambio climático en general provoca, como en los cereales, mermas de rendimiento también en la papa y no solamente por la seca, sino también por la transmisión de enfermedades que se potencian por el hecho de que tienen temperaturas y se reproducen de una manera mucho más rápida. Por lo tanto, es mucho más difícil de controlarla”.