Dos años de impunidad por el crimen de Di Menna
Una vida inocente arrebatada a balazos y nadie se conmovió. Un expediente estancado, cargado de frustraciones.

En una gélida noche de 9 de abril de hace dos años, Guillermo Di Menna egresaba de su humilde vivienda de calle De Pietri al 800 al advertir una presencia extraña en el patio anterior, cuando por circunstancias aún hoy desconocidas, se trenzó en un forcejeo con un presunto robusto hombre que en medio de la oscuridad de la noche le terminó disparando con un arma de fuego. Las heridas para el jubilado fueron letales.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailAquella noche sombría, cargada de misterio y tragedia, se trasladó a un expediente judicial, cuyas fojas son un cúmulo de buenas intenciones como frustraciones para aquellos encargados de esclarecer un crimen sinsentido y, hasta aquí, sin autor.
La impunidad se olfateaba desde las primeras horas del develamiento del homicidio. No había móvil (ninguna enemistad manifiesta, menos patrimonio para especular en un crimen por un robo). A más pesar para los pocos a los que les pareció importar la injusta vida arrebatada, su pareja, única testigo del suceso, nada quiso, nada pudo, aportar para ayudar a la pesquisa.