Para el fiscal, el acusado de la tragedia vial tuvo una actitud deleznable y pidió condena
Ayer fue la tercera audiencia del juicio que se lleva a cabo contra Sebastián D´Angelo, imputado por el homicidio culposo que resultó víctima Romanela Ruiz Sánchez. Con un categórico alegato, el fiscal pidió cinco años de prisión y 10 años de inhabilitación para conducir vehículos. La defensa insistió en la falta de pruebas y que la responsabilidad del accidente recae en la motociclista. El martes el veredicto.
Tercer capítulo del juicio en el Correccional 1. Ya en las dos audiencias pasadas se había escuchado a los testigos citados por las partes, ahora era el turno de los especialistas y sus correspondientes alegatos con respecto a lo visto y oído en torno a la responsabilidad penal que le cabe a Sebastián D´Angelo, sindicado como el conductor del Volskwagen Bora gris, con vidrios polarizados, que cruzó en plena avenida Marconi hacia Roca, maniobra prohibida que provocó que Romanela Ruiz Sánchez, arriba de su moto, que circulaba por el mismo carril chocara sobre el lateral del conductor del auto. El impacto fue letal para con la motociclista.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailDespués, el controvertido devenir de la actitud del imputado. Huyendo de la escena en el por entonces “auto misterioso”, porque poco y nada se sabía sobre las características del coche involucrado y mucho menos de quién lo manejaba. Mucha gente se agolpó en la escena fatal pero pocos hablaron. Sí lo hicieron una pareja y un remisero, que a la postre resultaron los testigos clave de la pesquisa, aporte que le valió a la investigación encaminar las sospechas hasta dar con el auto ocultado en el domicilio del que sería el sospechoso, quien, a los seis días, y cuando la causa avanzaba se presentó en la comisaría como el dueño del auto, pero nada más. Nunca habló, ni lo haría ahora durante el juicio.
Estos y otros pormenores que hicieron a los fundamentos del acusador como también del defensor, formaron parte de la audiencia de ayer. El fiscal, con sus argumentaciones a cuestas, pidió condena. Más precisamente cinco años de prisión y 10 años de inhabilitación para conducir, por el delito tipificado como “Homicidio culposo agravado”. El particular damnificado coincidiría en la hipótesis acusatoria, pero pediría un poco más en base a lo que permite el código como pena máxima, léase seis años.