Con una hora de diferencia robaron dos veces en un comercio
La franquicia Luz Azul sufrió el accionar delictivo, ayer por la madrugada. Rompieron la puerta de blindex con un martillo e ingresaron tres personas, en dos ocasiones y con una hora de diferencia. El propietario aseguró que el monumento a Belgrano, en la plaza 25 de Mayo, es “una boca de lobo”. Cuestionó la inacción del Municipio, a pesar de la carga tributaria.

Ayer por la madrugada, a las 4.30, se registró un primer robo en la sucursal de Luz Azul ubicada en la esquina de Belgrano y 4 de Abril. Tras violentar el blindex de la puerta de acceso principal con un martillo, un solitario ladrón robó mercadería. Una hora después, una pareja ingresó y se llevó más artículos, además de las terminales de cobro del comercio y la caja registradora con el cambio.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLos tres delincuentes se movieron con gran impunidad, con absoluta tranquilidad, mientras las cámaras de seguridad del local registraban las escenas que quedaron grabadas como testimonio de los dos ataques contra la propiedad privada.
En la víspera, Agustín Rodríguez, el franquiciado de Luz Azul en Tandil, confirmó el robo, consideró importante que la comunidad se informe sobre los hechos de inseguridad y reclamó por la situación de desprotección que la plaza 25 de Mayo –conocida como de los Troncos- le genera al barrio.
Describió que el sector del Monumento a Manuel Belgrano, justo frente a su local, es “una boca de lobo”, por su escasa iluminación. Además, indicó que ese sector, rodeado por paredes bajas, oficia como lugar de reunión de personas que consumen alcohol y sustancias, ocultas en las penumbras.
Dos ingresos
De acuerdo con lo que el damnificado logró reconstruir gracias a las cámaras de seguridad privadas, a las 4.30, munido de un martillo, un solitario ladrón destrozó la puerta principal de acceso, ubicada sobre la ochava de Belgrano y 4 de Abril. Tras permanecer en el interior algunos minutos, se fugó con mercadería que estaba exhibida en góndolas y heladeras. Sobre la vereda quedaron los cristales y las barandas para impulsar la abertura.

El hecho no terminó allí. Una hora más tarde, a las 5.30, una pareja de delincuentes ingresó al comercio, aprovechando el hueco en el cristal de la puerta, tras correr la cortina que cubría lo que había sido el blindex.
En este segundo robo, los ladrones recorrieron el sector de ventas, acopiando en bolsas todo tipo de mercadería. Además, se alzaron con las terminales de cobro y la caja registradora que contenía el cambio.
La escena completa quedó grabada, con planos desde distintos ángulos del local. Incluso, se ven los rostros de ambos intrusos: un hombre y una mujer de entre 30 y 40 años.
Más allá del faltante de mercadería y de los destrozos causados, teniendo en cuenta que el comercio cuenta con seguro, el franquiciante dedicó toda la mañana de ayer a realizar trámites vinculados con la denuncia, el seguro y la adquisición de las terminales de cobro que debió encargar en Mar del Plata. Sin embargo, se mostró en calma, atento a que las pérdidas fueron materiales y por fortuna, nadie resultó herido.
Consultado por los antecedentes en cuanto a la inseguridad, Agustín Rodríguez recordó que el local había sufrido destrozos en una vidriera ubicada sobre Belgrano, a causa del lanzamiento de un adoquín desprendido de las veredas de la plaza ubicada enfrente.
Oscuridad y desprotección
Tras el hecho, cerca de las 6.30 un vecino detectó que el acceso al local había sido violentado y dio aviso a la Policía. En tanto, las fuerzas de seguridad se encargaron de asegurar el comercio y de contactar a Agustín Rodríguez, quien se enteró de lo ocurrido cerca de las 7.30.
Horas después, en diálogo con El Eco, el franquiciante agradeció la labor de los efectivos, pero lamentó la ausencia del Municipio antes y después del robo, ya que entiende que debería mejorar la infraestructura y las tareas preventivas en esa zona céntrica de la ciudad.

“El Monumento a Belgrano en la plaza es una boca de lobo”, describió y agregó que el martes pasó por el lugar después de las 22 y no había movimiento, pero sí observó la oscuridad reinante en el espacio verde público.
En tanto, le apuntó al Municipio porque “no hay un apoyo desde lo comercial, no hay un apoyo desde lo tributario, no hay un apoyo desde la seguridad, no sé qué esperan, ¿que se incendie todo para hacer algo?”.
Definió que siente “desinterés, porque si hubiera algún interés, estarían acá” y como contrapartida, señaló que “no me extrañaría que vinieran a cobrarme un impuesto distinto. En diciembre me vinieron a cobrar Publicidad, por ejemplo. Existe la norma, pero no me parece que sea justa, y más en un momento duro”.