Robaron por quinta vez en la sede de la ONG Jano por Todos y aseguraron que es “agotador”
La presidenta de la asociación civil Alejandra Kluga admitió que ya no saben qué hacer para evitar los ilícitos porque quisieron poner alarma o reforzar las rejas pero “nuestro bolsillo no da”. Y expresó su angustia porque “todo nos cuesta mucho y son cosas que no recuperamos más”.
Ayer en horas de la tarde integrantes de la ONG Jano por Todos se encontraron con la desagradable sorpresa de que les habían robado en la sede situada en Moreno 1064. Los ladrones ingresaron tras romper una reja y sustrajeron electrodomésticos, juguetes, mercadería que estaba destinada a las familias, cremas, desodorantes y dinero.
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Alejandra Kluga, la presidenta de la ONG, contó que “rompieron la reja de una ventana de atrás y entraron por ahí. No puedo creerlo. Vino mi compañera a buscar unos papeles y encontró que la ventana de adelante estaba abierta, se ve que la abrieron una vez que ya estaban adentro para simular que había alguien”.
“Falta un teclado eléctrico de música, el gazebo que nos costó un montón comprarlo. Lo necesitábamos para la correcaminata del mes que viene, y era muy importante. También se llevaron una caja que estaba llena de autitos para armar de una promoción de YPF que las cajitas estaban feas y nos las habían donado, y eran para regalarle a los nenes. Han revuelto todo”, lamentó.
También se llevaron alimentos que eran para darle a algunas familias que lo necesitan, una importante cantidad de cremas para los nenes que se hacen rayos que son muy costosas, un equipo de música, una licuadora, desodorantes de hombre, de mujer y para pies.
“Dinero por suerte no teníamos mucho, serían 500 pesos pero para nosotros cada pesito cuesta horrores. Abrieron la bolsa de los barbijos, los tiraron a todos en el piso, y ya no se pueden usar más porque se contaminaron”, lamentó.
El quinto robo
Es el quinto robo que sufre la ONG. Tres de ellos fueron en la sede anterior en Villa Italia y los habían desvalijado, y el anterior fue hace cuatro meses en este mismo lugar donde están ahora.
“La vez pasada nos entraron por el fondo y nos robaron un secarropas, otro teclado de música, las tres guitarras, una bicicleta que era para una nena”, recordó.
Y admitió que ya no saben qué hacer porque “tenemos la idea de reforzar las rejas, de poner alarma pero nuestro bolsillo no da. Tenemos que pagar el alquiler, la luz, 28 mil pesos salía poner una alarma, teníamos la intención pero no tenemos la plata para hacerlo”.
“Estoy muy angustiada porque todo nos cuesta mucho y son cosas que no recuperamos más. Ya nos pasó en el anterior robo que la televisión no la pudimos recuperar, cada vez que nos roban son 10 pasos para atrás, nunca volvemos al mismo lugar. Siempre arrancamos menos 10 y ahora el gazebo que tanto nos costó comprarlo”, afirmó.
Explicó que no iban al lugar desde el jueves a la noche pero una vecina vio que el viernes la ventana estaba abierta. “Vio al reja salida y creyó que estábamos haciendo algún arreglo porque a plena luz del día no se imaginó que estuvieran robando.
Expresó su tristeza por lo que les había costado tener lo robado. “Todos esos desodorantes que a nosotros nos cuestan porque los compramos en el Banco de Alimentos, mercadería que les damos a las familias, las cremas para los nenes que se hacen rayos por si se les quema la piel porque son muy caras, muchas veces las obras sociales no las cubren y nos habían hecho una donación”.
“Si la comunidad de Tandil, que sabemos que es solidaria, nos puede ayudar, no a recuperar las cosas que de a poquito las iremos juntando, pero sí esto de las rejas o la alarma si alguna empresa o particular puede ayudarnos con eso estaremos más que agradecidos porque esto ya es agotador”, expresó con angustia.