Trasladaron a un centro especializado al joven estudiante quemado en la explosión del departamento
Este medio habló con la mamá de la víctima y señaló que “tiene el 70 por ciento del cuerpo afectado por las llamas”. Indicó que “lo más complicado es la espalda, brazo derecho y las piernas, no las vías respiratorias aunque está con respiración mecánica asistida”. Aseveró que “me avisó en la tarde del lunes del olor a gas que había, pero no pude llamar para que lo reparen porque quienes se encargan trabajan de mañana”.
En la víspera Christian Petersen, el joven al que por una pérdida de gas el departamento que habitaba en Belgrano 857 explotó causándole importantes quemaduras en todo su cuerpo, fue derivado al Sanatorio Asociación Mutual de Trasporte Automotor (AMTA) de Ciudadela.
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El Eco de Tandil dialogó con Daniela Barro, la mamá del herido, quien se encontraba acompañándolo en pleno viaje rumbo a Ciudadela, localidad ubicada en la parte sur del partido bonaerense de Tres de Febrero, en la zona oeste del Gran Buenos Aires.
Señaló que “nos enteramos cuando un vecino nos llamó para contarnos lo que había ocurrido. Nosotros somos de Tres Arroyos así que inmediatamente salimos para Tandil junto con mi marido que también se llama Christian Petersen”.
Detalló que “nos enteramos de lo que había pasado porque nos contó la vecina de lo que le había dicho mi hijo. Ya en la mañana del lunes había sentido olor a gas, después fue a la Facultad porque está estudiando la carrera Ingeniero en Sistema. Rindió un examen y cuando retornó abrió las ventanas para ventilar el ambiente, cosa que confesó a la vecina antes que lo trasladaran al Hospital y como ya él no sentía tanto olor se acercó hasta la cocina y prendió un fósforo para encender la hornalla y ahí se produce la explosión”.
Barro también dijo que “sé que los bomberos habían mencionado que estaba la hornalla prendida y que fue lo que desencadenó la explosión. La hornalla estaba abierta porque mi hijo la accionó. Creemos que la pérdida de gas se produjo en otro sector del departamento y no en la cocina por la magnitud de la explosión y por lo que él contó ni bien salió y que le dijo a quienes lo ayudaron. Esa hornalla quedó abierta porque la iba a prender para hacer algo”.
“Un 70 por ciento quemado”
Sobre el traslado al Sanatorio AMTA de Ciudadela aseveró que “tiene como obra social IOMA y ante la quemadura que recibió nos ofrecieron tres opciones y en este Sanatorio había cama, además están especializados en quemaduras de este tipo”.
En cuanto a que porcentaje del cuerpo de Christian Petersen se vio afectado por el fuego sostuvo que “tiene quemado un 70 por ciento del cuerpo, lo más complicado es la espalda, brazo derecho y las piernas, no las vías respiratorias aunque está con respiración mecánica asistida”.
Recordó que “viajamos el mismo día con mi marido con toda la carga emocional e incertidumbre que eso significa. Luego llegaron a Tandil el resto de la familia, mis hijas, uno de mis yernos y hermanos de mi esposo”.
Contó que “vine sola a Buenos Aires acompañando a mi hijo, mi marido retornó a Tres Arroyos para arreglar algunas cuestiones de la casa y después viajará en micro”.
“No alcancé a llamar por la pérdida”
Siempre con mucha tranquilidad, Daniela Barro le contó a este Diario que “me avisó en la tarde del lunes del olor a gas que había, pero no pude llamar para que lo reparen porque quienes se encargan de esas cuestiones trabajan de mañana”.
Agregó que “Christian me dijo del olor a gas que había pero era de tarde y ellos atienden de mañana. Al rato me avisa una vecina de lo que había sucedido”.
Para la víctima de 19 años, que vivía solo en la unidad 69, este es el segundo año en Tandil y en el mismo complejo de departamentos.
Su mamá manifestó que “cuando nosotros firmamos el contrato nos dijeron que teníamos unos días para presentar quejas si no estábamos de acuerdo con lo que decía el contrato. Hice toda una lista de cosas que veía mal, que faltaban o estaban rotas en el departamento. Algunas cosas fueron solucionando”.
Continuó narrando que “cuando hemos tenido problemas, como por ejemplo el invierno pasado y éste donde el calefactor no funcionaba, llamaba a la empresa y ellos enviaban a una persona encargada de hacer esa tarea. Este año, esa persona fue y prendió los calefactores. Ante cada reclamo que formulé tuve siempre respuestas, no sé cómo se manejará el resto de los inquilinos. Mi hijo me mandaba un mensaje por whatsapp y desde Tres Arroyos llamaba”, concluyó.