La Usina le debe a la Municipalidad obras de alumbrado por más de 8,5 millones de pesos
El Concejo Deliberante tiene para su tratamiento una adenda al contrato del acuerdo de accionistas firmada entre la Municipalidad y la Cámara Empresaria, que busca redefinir los plazos de la Usina para concretar obras de extensión del alumbrado público, transformación y recambio de luminarias, que la firma debía ejecutar en concepto de los dividendos de la empresa de economía mixta. El monto de la deuda fue calculado (en 2017) en 8.682.924 pesos.
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La comuna, que maneja el 51 por ciento de las acciones, había acordado en 2001 con los accionistas privados que la Usina debía realizar cien cuadras de alumbrado por año independientemente de los números que arrojaran los balances. Sin embargo, la firma incumplió lo pactado, no informó que acumulaba una deuda con los tandilenses y ahora busca regularizar la situación.
El 9 de junio del año pasado, el intendente Miguel Lunghi, el presidente de la Cámara Empresaria Patricio Fernández y el secretario de la entidad Daniel Alvarez rubricaron el nuevo acuerdo que consta de ocho cláusulas. Cuatro meses después, el entonces jefe de Gabinete del Municipio y actual presidente del bloque de concejales de la UCR Mario Civalleri elevó al Legislativo la adenda para su convalidación.
El Municipio y la CET habían firmado un acuerdo de accionistas el 7 de agosto de 2001, a partir del cual la Usina asumió la obligación de extender el alumbrado público en cien cuadras por año, con un sistema de tres luminarias a vapor de mercurio por cuadra, instaladas en el sistema brazo de poste.
A posteriori, el 20 de marzo de 2003, se estableció el compromiso de la Usina de transformar el alumbrado público, reemplazando el sistema de columnas en 40 cuadras por año en donde ya estuviese ejecutado el cordón cuneta.
Las partes incorporaron una tercera modificación el 6 de enero de 2011, donde se incorporó la sustitución de 60 lámparas de mercurio por vapor de sodio por año.
Es decir que a partir de la extensión de cien cuadras de alumbrado, de 40 recambios de postes y 60 sustituciones de lámparas por año, el Municipio percibía su beneficio por detentar el 51 por ciento de las acciones de una de las empresas más importantes de la ciudad.
Sin embargo, quince años después de la firma del convenio, las partes informaron que la Usina no realizó las inversiones anuales e incumplió el acuerdo de accionistas, debido a que “a partir de 2001 las autoridades provinciales congelaron el valor agregado de distribución en la tarifa que Usina cobra a sus usuarios” y argumentaron que “si bien hubo reconocimiento de cargos fijos a percibir a los usuarios, los mismos tuvieron como destino el financiamiento de costos operativos de funcionamiento (ejemplo: paritarias salariales)”.
Los fundamentos
de la deuda
De acuerdo con los fundamentos de la adenda, a pesar de los incumplimientos, desde 2001 creció un 37 por ciento la cantidad de luminarias instaladas en la ciudad producto de las obras en espacios públicos, fachadas y la ejecución del acuerdo de accionistas.
Por otro lado, quedó plasmado que en 2015 la Usina dejó de pagar la factura de energía eléctrica a Cammesa, “como consecuencia del atraso tarifario” y fundamentaron que no se trató de la “conducta aislada” de la empresa de economía mixta sino que fue una decisión que también adoptaron distribuidoras provinciales y de otras jurisdicciones.
Por otro lado, se destaca que a partir de las actualizaciones del cuadro tarifario, la empresa de capitales mixtos está en condiciones de abonar la deuda al mayorista en cuotas anuales y de continuar con el cumplimiento del acuerdo de accionistas que “se encontraba en ejecución parcial”.
Las cláusulas
En primer término, en la adenda el Municipio y la CET aclararon que la Usina debe ejecutar, por año, cien cuadras de alumbrado público que implican 300 luminarias; 40 cuadras por transformación que equivalen a 160 luminarias y 60 cuadras por recambio de mercurio a sodio que implican 240 luminarias.
En la cláusula segunda determinaron la deuda de la Usina para los ejercicios de 2010 a 2016 en 782 luminarias de extensión, 320 de transformación y 376 de recambio. El año pasado, cada luminaria de extensión costaba 3.698 pesos y la deuda ascendía a 2.891.836 pesos; cada transformación tenía un valor de 14.504 pesos y la deuda acumulada era de 4.641.280 pesos; y el recambio salía 3.058 por luminaria, por lo cual debía saldar 1.149.808 pesos. En total, las obras que faltan concretar estaban cotizadas en 8.682.924 pesos.
En el siguiente punto, el tercero, la entidad empresaria y la comuna fijaron que la Usina completará las obras pendientes “en el plazo máximo de ocho ejercicios económicos” a partir del que cerraba el 30 de junio del año pasado. Según trascendió, pese a no contar con la convalidación del Legislativo, la firma avanzó con las obras para ponerse al día con lo que le adeuda a los tandilenses.
En la cláusula cuarta, las partes dejaron plasmado que “para el supuesto caso que las condiciones económicas que rigen el sector eléctrico varíen en el futuro en desmedro o en beneficio de las distribuidoras municipales, interactuarán en forma permanente con el objetivo de proceder a la revisión de la presente y renegociar el alcance del mismo. Esta revisión y/o negociación también se efectuará ante el resultado final que se obtenga de la negociación de la deuda que el sector eléctrico en general mantiene con Cammesa”.
En el siguiente punto de la adenda, el Municipio y la Cámara Empresaria consensuaron que teniendo en cuenta las políticas de Estado en desarrollo vinculadas al reemplazo de luminarias a vapor de mercurio o de sodio por LED, “las partes acuerdan que para los casos que desde Nación o la Provincia se remitan luminarias de LED para ser instaladas en las columnas de alumbrado público existentes, dichas luminarias formarán parte de la obligación que posee la Usina por el Acuerdo de Accionistas”.
Sobre el final, el contrato dejó expresado en la cláusula séptima que queda “ad referéndum” del Concejo Deliberante.
Un expediente al ritmo
de los cambios políticos
El pedido del Ejecutivo para la convalidación de la adenda al acuerdo de accionistas firmada por el intendente Miguel Lunghi y el presidente de la Cámara Empresaria Patricio Fernández junto al secretario Daniel Alvarez, ingresó al Concejo Deliberante en octubre del año pasado. La nota de elevación la firmó el entonces jefe de Gabinete Mario Civalleri, quien hoy encabeza el bloque de concejales de la UCR Cambiemos.
Entre noviembre y diciembre del año pasado, el expediente pasó por las comisiones de Interpretación y Asuntos Legales y Obras Públicas, que encabezaban Marcos Nicolini y Nora Polich. En ambos casos, los presidentes de las comisiones consideraron que resultaba necesario citar a las autoridades del directorio de la Usina para que brinden explicaciones acerca del atraso en las obras comprometidas.
Con la interna oficialista, el expediente quedó planchado hasta el recambio de concejales y la asunción de Mario Civalleri, junto a otros cinco representantes del lunghismo puro. Una vez aprobado el Presupuesto 2018, este tema volvió a cobrar impulso y transitó por la comisión de Interpretación y Asuntos Legales, de la cual salió con visto bueno. Así, llegó a Economía, donde obtuvo un dictamen de mayoría simple, con el apoyo del oficialismo.
En marzo, el bloque UCR Cambiemos incorporó el asunto al orden del día para el debate en el recinto, pero la resistencia de los concejales de la oposición durante la reunión de labor parlamentaria hizo que lo quitaran para evitar que las críticas resonaran en el recinto. A partir de entonces, el oficialismo se mantiene en stand by y aguarda el momento oportuno para afrontar el debate por las ganancias de la Usina, la deuda que acumuló en los últimos años y las condiciones para su regularización.
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