Fuente: archivo El Eco.

Autor: Juan R. Castelnuovo (1935-2022).

Según el censo de 1914 -en momentos de estallar la Primera Guerra Mundial y con ella una profunda crisis económica en todo el mundo- nuestra Ciudad ocupaba el vigesimosegundo lugar entre sus similares del país y el octavo en el orden provincial.

Era intendente entonces Antonio Santamarina y no obstante la reducción de recursos, su administración mejoró y amplió los servicios públicos, la aumentación y embellecimiento de las plazas, el arreglo y arbolado de las calles y su constante cuidado y conservación. Se hicieron por aquel entonces importantes obras en la Plaza Independencia, se terminó la construcción de los Mataderos Públicos y se arregló y modificó la plaza Gral. Rodríguez y la de ejercicios físicos Mariano Moreno.

Se construyeron, además, cinco puentes en el radio del ejido, siguieron las obras de construcción del Palacio Municipal, se adoquinaron 105 cuadras con granito en varias calles, con base de hormigón en las que circundan la plaza principal. Se adquirió el "Mercado La Plata” -ubicado en la esquina de San Martin y Rodríguez, ocupada hoy por dependencias judiciales- y una quinta con destino a los mataderos en Vela. Se construyó el edificio de la actual Comisaría Primera y se compró el cerro y terrenos donde habría de formarse el Parque Independencia.

Fue creada, asimismo, la Administración de Limpieza. De ella dependía la recolección de basuras domiciliarias en todo el radio de la Ciudad, la que era atendida con ocho carros. Además, el servicio de riego, que se hacía con cinco carros, el de barrido a máquina y a mano, el de carritos a mano papeleros dividido en ocho secciones y el de desagotamiento de pozos negros. También el servicio fúnebre municipal para los pobres de solemnidad y Hospital Ramón Santamarina, la carpintería comunal para la fabricación de material ataides, composturas y mantenimiento de material y herramientas, donde se fabricaban escobillones y se hacían trabajos de talabartería. Allí estaba también la sección acarreo de materiales para obras públicas, atendida por cinco carros y chatas.

En el corralón municipal se construyó, asimismo todo adoquinado- un galpón caballeriza con capacidad para 50 animales, con instalaciones de pesebres, bebidas, corrales, desagües, etc. Otros para depósitos de forrajes, de aperos, útiles y materiales de limpieza, etc.

Fue creado el dispensario municipal gratuito "Gota de Leche", bajo la dirección del Dr. Benjamín Bonpland, el que era atendido por el cabo de sala Isabelino González. Distribuía mensualmente a los lactantes inscriptos más de 6.000 frascos de leche esterilizada, que representaban un promedio de 1.500 litros. A las madres y personas encargadas de los chicos, se les divulgaban conocimientos y enseñanzas sobre la crianza, higiene y atención de los lactantes, con lo que se logró una importante disminución de la mortalidad infantil.

A todo esto debe agregarse la creación de la Comisión de Caminos del partido, tendiente a cooperar al arreglo y mejoramiento de la vialidad rural. La junta ejecutiva, compuesta de cinco miembros, era presidida por el intendente Santamarina, completando el grupo Raymundo Piñero, José Carrau, Jacinto Zubillaga y-en representación de la fábrica "La Tandilera"- Odoando Cantarelli.

Asistieron a la reunión constitutiva, que tuvo lugar en la sucursal del Banco de la Nación, además de los nombrados, Miguel C. Figueroa, Agustín García, Ramón Chimondeguy, Ciriaco Gómez, Martín Iparraguirre, Nicolás Avellaneda, Santiago Capdepont, Toribio Lavayén, José M. Iturralde, Pagadizábal Hnos., Juan M. Reinoso, Leonardo y Martin Pereyra Iraola, Néstor Zubizarreta, Francisco Fernández Villegas, Joaquín P. Belaunzarán, Pablo Depietri, Pascual y Félix Vilches, Bautista Alchourrón y un representante del Molino El Progreso.

Se amplió el servicio de alumbrado público eléctrico, también, a 196 lámparas.

Todo esto fue posible, no obstante las dificultades económicas derivadas de la conflagración bélica, por una administración comunal que supo manejarse con alta eficiencia en los momentos más críticos. Llegando a atender el Intendente, con su peculio y garantía, necesidades públicas de importancia.

NdlR: Esta nota fue publicada originalmente hace 25 años por El Eco de Tandil.

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