Fuente: archivo El Eco.

Autor: Juan R. Castelnuovo (1935-2022).

Con el comienzo del novecientos, se formalizaron, en Tandil, muchas bodas y compromisos matrimoniales.

Manuel González Castro contrajo enlace con Antonia Ibarra, Rosario Sandoval con Nicolasa Araujo, Mauro Torrado con Micaela García, Miguel López con Silvana Gómez, José Morraco con Ernestina Cuevas, Fernando Larralde con Graciana Unhassobiscay, ambos franceses. Y, también -entre otros- dos hermanas, Josefa y Virginia Broli, con Alejandro Sachilaride y José Mendioroz.

Celestino Nabarrot se unió en matrimonio a Catalina Couteit, Lila Martínez a Domingo Rusconi, Carolina Frontini a Lucio Teófilo Montarcé, Leonor Saldívar Melo a Eustaquio Saraví, Rosaura Macchi a Salvador Romeo, con la particularidad, este último enlace, del cambio a último momento de la madrina, ya que por indisposición de Rosaura M. de Gómez, debió ser reemplazada por la madre de la novia -Concepción L. de Macchi-actuando como padrino José María Ansa.

Bautista Riviére y su señora Luisa Conte, participaban, por aquella época, el enlace de su hija Clotilde Silvina con el Sr. Jacinto Zubillaga, anunciando que apadrinarían la ceremonia la madre del novio y el Sr. Sergio Arzuaga, en tanto que subscribirían el acta de esponsales del enlace civil, Bernardo Sabatté Laplace y Luciano Riviére.

Juan Rubella y Sra. participaban también el enlace de su hija María Esther, con el Sr. Félix Alfonsín Silva, bajo el padrinazgo de Graciana H. de Del Viso y Alfonso Sabaté Riviére.

Pero no sólo a la iglesia del Santísimo Sacramento, daban trabajo los casamenteros tandilenses, ya que Pedro Elissondo y Teresa L. de Elissondo, anunciaban que su hija María contraería enlace con el Sr. Anselmo Zubeldía, en Rauch. En tanto Irma Colle se casaba en Tres Arroyos con Francisco Petroni y en la Capital, se celebraban las bodas de Julia Bilbao con Pablo Schikerdantz, de Emilia Magnin con Elías Arriaga. Y, también, la de Celestina Zanotta con Rodolfo Urraco, María Luisa Pando con Horacio Casco y -en la iglesia de Monserrat- Clara Santamarina con Eduardo Saguier.

Y aprovechando la ola, cambiaban anillos nupciales Alfonso Sabaté Laplace y Marta Muñoz, en tanto José Aguirre pedía la mano de la Srita. Alaida Ansolabehere.

Algunos de los enlaces daban lugar a importantes reuniones sociales. Como el que unió a Santiago Baccarés, con Marcelina Casalot, el 28 de abril del año cuatro. Y, también, a grandes agasajos ya los regalos de boda que eran ineludibles y que no eran para andar mezquinando en la compra, ya que la lista... salía publicada después.

Miguel y Juan Baccarés, parientes del novio, se hicieron presentes, en este caso, con un acolchado de seda; Blas Barrientos, con un juego de té de níquel; José Solari, José Bruno y Albano Montiel, se unieron para obsequiar a la pareja con un anillo de oro para servilleta.

Y seguían los regalos: Joaquín Blanes y familia, un juego de agua; Filiberto García, un par de aros de oro; Clemente Alonso, un par de floreros biscuit; José Petite, una bizcochera; Micaela G. de Nelson, un pañuelo de seda; Maximiano Melo, un par de jardineras; Dolores V. de Yrigoyen, un tarjetero; Rómulo Guanella, una jarra de metal; Angela R. de Pennachi, un prendedor; Feliciana M. de Guerra, un par de violeteros; Antonio Bruno, un velador de agua; Luisa Mondino, una mesa de metal. Y... muchos más.

Mientras estas parejas y otras comenzaban a paladear las mieles del matrimonio; otras recibían el nuevo siglo con considerable ventaja. Como Justo Mugaburu y su esposa que celebraban el advenimiento de una niña a la que impusieron el nombre de Eva. Y Manuel Suárez Martínez y Micaela García de Suárez Martínez, quienes ya celebraban, en 1904, sus bodas de plata.

Pero, desde luego, no terminaba todo ahí. Seguían los anuncios. En una sección del periódico "La Democracia" titulada "Para muy pronto", podían conocerse algunos anticipos de boda. Como el que rezaba textualmente así:

"Se dice con alguna insistencia que una elegante señorita, bastante bien parecida, de un trato afable y delicado, aunque algo retirada del mundo social y que reside en una calle que lleva un nombre análogo al de una colosal empresa que tiene su directorio en la capital de una nación extranjera, está ya preparando su trousseau para la formación de un nido conyugal."

Y finalizaba: "¿Queréis más claridad?.. Pasad por aquí y os lo diremos, pero muy bajito para que se reserve el secreto."

(Continúa)

NdlR: Esta nota fue publicada originalmente hace 25 años por El Eco de Tandil.

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