¿Por qué son tan largas las calles?

Fuente: archivo El Eco.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailAutor: Juan R. Castelnuovo (1935-2022).
Cuando la expedición fundadora de Tandil llegó, desde la otra orilla del Salado, los primeros días de abril de 1823, traía 179 carretas, de las cuales 10 eran de propiedad de Francisco Esquivel, 14 de Juan Baca, 66 de José María Agote, 13 de Ramón Morales, 20 de José Adaro, 32 de Santos Martínez, 20 de Juan Bautista Morón y 4 de Alberto Gómez. Cada una de ellas habían sido contratadas especialmente por el ejército expedicionario, abonándoseles en concepto de flete la suma de 90 pesos a las grandes y 50 a las carretillas.
En ellas se transportaron víveres y diversos elementos que componían el parque militar: cañones, municiones, herramientas de herrería y carpintería, medicina y útiles para dos hospitales de 50 camas -indicados por el doctor Cosme Argerich- postes, puertas, ventanas, cuerdas, arados, picos, palas y muchos artículos más.
El capitán de artillería José María de los Reyes traía consigo varios instrumentos, necesarios para las observaciones y mediciones que debían realizarse. Entre ellos un teodolito, un transportador de ángulos, una aguja de marcación compinular, un sextante, un barómetro, un termómetro, un cronómetro -entre otros aparatos que le habían provisto en el Departamento de Ciencias Exactas de Buenos Aires- y, también... una cadena dividida en varas.
Haciendo referencia a las características del Fuerte fundado el 4 de abril, el mismo oficial dejó constancia, en el diario del ejército de ese día, que "la fortificación media 200 varas sobre la línea magistral y 210 sobre la creta -o arcilla, o tierra exterior del parapeto, u 840 varas sobre la misma línea" (perimetral).
La vara es una medida antigua que equivale a 866 milímetros lineales. Por ello, la línea exterior del parapeto del Fuerte Independencia, debió medir 182 metros lineales por lado, unos 730 metros de perímetro. O, como dice el capitán De los Reyes, "de circunferencia".
De esta manera todas las mensuras que se hicieron para trazar la configuración del pueblo naciente, en torno a su fortaleza, se realizaron utilizando las "cadenas para medir varas".
Esa es la causa por la que las cuadras de Tandil miden 150 varas, o sea 129,99 metros lineales. Y por eso la subdivisión antigua de terrenos de 8,66 mts. de frente, que equivalen a 10 varas,
Algunas ciudades del país han empleado la vara para sus mensuras. Así es que se encuentran cuadras de 86,66 metros de largo. Por ello también el por qué de las numeraciones de cincuenta en cincuenta números.
De esas mismas mensuras, surgió luego la entrega de parcelas entorno al pueblo que comenzaba a formarse.
Cuando un vecino era beneficiario de una parcela, o solar de cuatro cuadras cuadradas, significaba que le habían sido asignadas 16 manzanas de 129,99 por 129,99 metros.
Podía entonces contar el ciudadano con una extensión de cuatro por cuatro cuadras cuadradas (4 x 4 = 16). A esas 16 manzanas, se las denominaba chacras.
Si en lugar de cuatro recibía el beneficiado sólo dos, entonces la extensión equivalente a dos manzanas por dos manzanas de 129,99 metros de lado, que totalizaban (2 x 2 = 4) manzanas cuadradas, el receptor de la tierra obtenía una quinta.
En síntesis: una chacra tenía cuatro cuadras por cuatro cuadras. Y una quinta, dos cuadras cuadradas que equivalen a cuatro manzanas. O sea que 16 manzanas eran una chacra y cuatro manzanas, una quinta.
Con posterioridad, se fueron imponiendo las medidas métricas. Las manzanas de los pueblos más nuevos, no fueron de más de 100 o de 150 varas.
El sistema métrico decimal impuso luego, cuadras de cien metros de longitud.
Las manzanas de ciudades de cien por cien metros, llegaron simplemente a ser una hectárea.
Las mensuras del viejo Tandil han llevado a la ciudad de nuestros días - en la superficie, en el tiempo y en la realidad- a ciertas irregularidades.
Los laterales de la Plaza Independencia que dan a la calle Gral. Martin Rodríguez, por ejemplo, miden 160 metros de longitud. En tanto el veredón de la Municipalidad, hasta el ex Banco Hipotecario, mide 105 metros. Desde el Templo Parroquial hasta la vereda de enfrente (la del Automóvil Club Argentino), el relevamiento arποjó 121 metros.
Como éstas, existen otras situaciones anómalas, provocadas por las "cadenas para medir varas", que viajaron en carretas...
NdlR: Esta nota fue publicada originalmente hace 25 años por El Eco de Tandil.