Menem y su vínculo con Tandil: sus días de prisión domiciliaria en 1979 en San Martín al 500
La serie de Carlos Menem activó el recuerdo del ex mandatario y su vida. Su recordado paso por la ciudad serrana.

Menem llegó este 9 de julio a Amazon Prime Video. La serie de seis episodios dirigida por Ariel Winograd recorre los primeros años de la presidencia de Carlos Saúl Menem, desde la interna con Antonio Cafiero hasta la trágica muerte de su hijo.
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La serie activó el recuerdo de la vida del ex mandatario y también, de su paso por la ciudad serrana:
Durante el mes en que estuvo bajo arresto domiciliario y libertad vigilada en Tandil, por orden del último gobierno cívico militar, entre fines de 1979 y enero de 1980, el entonces exgobernador de La Rioja, Carlos Saúl Menem, tenía “una gran popularidad y apoyo entre los vecinos tandilenses”.
Esos conceptos surgen de los informes que trimestralmente remitía la Jefatura del Estado Mayor de la Policía de la provincia de Buenos Aires a la Dirección de Seguridad Interior, dependiente del ministerio político.
Esos textos también consignan que el entonces detenido se sometía al control de “la autoridad” una vez por semana, que recibía apoyo económico familiar, que sus actos eran vigilados por la policía y que mostraba “buena predisposición a un reintegro a la sociedad”.
Durante el breve lapso de detención en ese lugar, los custodios policiales de Menem dejaron sentado que la popularidad política del preso cosechaba apreciaciones y demostraciones de afecto entre sus vecinos.
Según publicó hace unos años La Nación, las copias de los expedientes policiales estuvieron en poder de la Cámara Federal platense.
“Por orden especial 5/79” consta que la detención domiciliaria y libertad vigilada de Menem tuvo lugar en el departamento C, del sexto piso, de la calle San Martín 492, de Tandil. Agregan esos documentos que el inmueble pertenecía a Silvia Spina de Macaya. La mujer era el vínculo directo con el dirigente justicialista Luis María Macaya, ex vicegobernador de Antonio Cafiero entre 1987 y 1991.
En uno de los informes remitidos el 26 de agosto de 1979, el jefe policial detalla que Menem recibía la visita de su entonces esposa Zulema Yoma y de sus dos hijos. También de Francisco José Vistalli, figura del PJ de Tandil, y del ex intendente Jorge Lester.
El recuerdo de Mouillerón
El exdiputado nacional oriundo de esta ciudad Roberto Mouillerón recordó aquellos años en los cuales Menem estuvo cumpliendo una pena de prisión vigilada en Tandil, en plena dictadura militar.
En diálogo con El Eco de Tandil -con motivo del fallecimiento del expresidente en febrero de 2021- Mouillerón rememoró algunas anécdotas, ya que tuvo la oportunidad de estar cerca de él mientras estuvo en la ciudad.
“Él era un gobernador joven y apuntaba ya para ser candidato a presidente, estuvo preso en el barco en el que estuvieron detenidos gran cantidad de dirigente políticos, y después le dieron la posibilidad de que eligiera un lugar para estar con prisión vigilada, así que primero fue a Mar del Plata”, indicó.
Recordó que estaba con prisión vigilada entre 1979 y 1980 en Mar del Plata, en la casa de una prima llamada Zulema Menem, igual que su esposa.
“Se escapaba, se iba a un bar que había ahí muy cerca y finalmente, le pidieron que se fuera de Mar del Plata. Entonces se vino a Tandil y paraba en un departamento de calle San Martín, que era de Luis Macaya”, explicó.
Contó que lo vio en diversas oportunidades en el club Santamarina, porque “él se escapaba un poco de la vigilancia que tenía y aparecía por el club, le gustaba tirar al aro de básquet, ver boxeo, le gustaba la cancha de bochas, y a veces entraba al cine, porque funcionaba el cine Alfa, ahí lo vi muchas veces”.
En tanto, señaló que la persona que estaba a cargo de vigilarlo se terminó haciendo amigo de él y tiempo después, fue jefe de la Policía en La Rioja, provincia de la cual Menem fue gobernador.
“Estaba vigilado pero de alguna manera no significaba ningún peligro. Cumplía un poco con las órdenes que se le daban, aunque a veces se excedía con las salidas. Los domingos iba a jugar al fútbol y mucha gente de Tandil iba a jugar al fútbol para verlo, solía jugar en el club Independiente”, indicó.
Estimó que estuvo en Tandil entre un año y medio y dos, y explicó que “él iba a cazar patos al arroyo del campo de Macaya. Un día cayó el Ejército y lo encontraron ahí, lo venían siguiendo, entonces pidieron que fuera trasladado, así que de aquí se fue a Las Lomitas, en Formosa, que fue el último lugar de exilio que tuvo. Era una reclusión vigilada, pero tenía ciertas prerrogativas. No sé en verdad si las libertades las tenía o se las tomaba”.
Lo definió como “un hombre que cautivaba, uno se sentaba a charlar con él y era un gran seductor, era una persona distinta sobre todo en la política. Era un hombre al que nadie le podía quitar ese don, yo le vi hacer cosas que no vi hacer a ningún otro político”.