La inteligencia artificial aplicada al automovilismo marcó un hito histórico: por primera vez, un auto autónomo logró vencer a un piloto profesional de Fórmula 1. El protagonista humano del duelo fue Daniil Kvyat, exintegrante del equipo Red Bull, quien se enfrentó a un monoplaza controlado íntegramente por IA en la segunda edición de la Abu Dhabi Autonomous Racing League (A2RL), disputada en el circuito de Yas Marina.

Un duelo inédito en un escenario de vanguardia

La A2RL, consolidada como la principal serie mundial de carreras autónomas extremas, reunió nuevamente a instituciones tecnológicas de élite para impulsar el desarrollo de sistemas autónomos avanzados. En este contexto, Kvyat protagonizó un mano a mano con el vehículo desarrollado por el equipo TUM, bajo un formato de persecución: el auto autónomo partió con una ventaja de diez segundos para recorrer diez vueltas a una versión acortada del trazado de Abu Dhabi.

Ambos monoplazas compartían especificaciones idénticas, basadas en el chasis Super Fórmula japonesa SF24 de 2024 y equipados con motores Honda.

La IA mantiene el liderazgo y hace historia

A lo largo de la prueba, Kvyat presionó para recortar la diferencia, pero la IA mantuvo el control hasta la bandera a cuadros. El piloto ruso redujo la brecha a menos de dos segundos, pero el auto autónomo sostuvo la ventaja inicial y logró la primera victoria frente a un humano en este tipo de enfrentamientos.

La decisión de otorgar esa ventaja buscó mostrar cómo la inteligencia artificial gestiona la presión competitiva real. Según los organizadores, este formato permite observar el comportamiento de la IA ante los desafíos dinámicos de la pista.

El vehículo autónomo destacó por su capacidad para frenar tarde y mantener precisión en curvas gracias a una batería de sensores de 360 grados, cámaras, GPS y sistemas avanzados de navegación. Sin embargo, aún exhibe debilidades, como en el control del deslizamiento de los neumáticos.

Un historial que cambia de mando

El resultado ajustó el marcador histórico entre Kvyat y la IA, que ahora favorece al piloto por 2 a 1. En las dos carreras previas —una en Yas Marina el año pasado y otra en Suzuka— el ruso había salido victorioso. En la primera, superó al auto autónomo pese a la ventaja inicial de la máquina, y en la segunda se benefició de un accidente del vehículo autónomo.

Tras la competencia, Kvyat valoró el creciente desafío: “Ahora puedo empujar y perseguir, lo cual es un gran logro y es impresionante. Quién sabe dónde estaremos el año que viene. Frena muy tarde, con bastante precisión”, expresó en declaraciones recogidas por The Race. También señaló los puntos débiles de la IA, especialmente el deslizamiento de los neumáticos, aunque remarcó el impresionante avance tecnológico: “Es muy impresionante que ya estemos hablando de esto ahora”.

El piloto subrayó la evolución acelerada del proyecto: en apenas dos años, la diferencia entre máquina y humano se redujo de diez segundos a fracciones de tiempo. “El progreso es asombroso”, afirmó.

Una final marcada por la estrategia y los incidentes

En la carrera final de la temporada de la A2RL, seis equipos —Unimore, Kinetiz, TII Racing, PoliMOVE, Constructor y TUM— disputaron veinte vueltas en Yas Marina. TUM partió desde la pole position, pero Unimore logró un adelantamiento audaz que lo llevó al liderazgo. Un incidente en la curva dejó fuera de competencia al auto líder, lo que permitió que el escolta recuperara la primera posición y se consagrara campeón de la A2RL 2025, llevándose una parte significativa del premio de 2,25 millones de dólares.

El director del equipo campeón, Markus Lienkamp, señaló que sabían del potencial de Unimore, especialmente en condiciones de neumáticos fríos, y reconoció que sus algoritmos ya no permitían mejorar más. Desde el bando rival, Marko Bertogna valoró el trabajo alcanzado: “El adelantamiento que mostramos fue a un nivel profesional. Estoy increíblemente contento con el resultado tecnológico, menos con el resultado final”.

Una plataforma para el futuro de la tecnología autónoma

Para la organización, la competencia representa un paso decisivo hacia el perfeccionamiento de la IA de carreras. Stéphane Timpano, director general de ASPIRE, destacó el impacto del esfuerzo colectivo: “Lo que ha sucedido esta noche no sólo es asombroso, sino que es el resultado de un trabajo muy duro realizado por todos los equipos y por el equipo técnico de la A2RL, que ha puesto a prueba la tecnología durante los últimos dieciocho meses”.

Con una creciente expectación del público y avances que se miden ya en fracciones de segundo, la A2RL se posiciona como un laboratorio competitivo sin precedentes para el futuro del automovilismo autónomo.

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El Eco IA

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