Biodiversidad en tu jardín: 5 consejos para un espacio lleno de vida
En tiempos de crisis ambiental, cada gesto cuenta. Apostar por un jardín más vivo y amigable con el entorno es una forma concreta de reconectar con la naturaleza y contribuir a un futuro más sano para todos.

Hablar de proteger la biodiversidad puede que suene algo enorme, que solamente puede suceder a gran escala, vinculada a reservas naturales o grandes políticas ambientales. Sin embargo, está al alcance de nuestro propio jardín generar un impacto positivo y concreto en el entorno.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailCada espacio verde, por más pequeño que sea, puede convertirse en un refugio para plantas, insectos, aves y otros organismos que cumplen funciones vitales en el ecosistema, como la polinización, la fertilidad del suelo o el control de plagas.
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Según la Fundación Vida Silvestre Argentina, “las especies nativas son fundamentales para mantener el equilibrio ecológico, y su pérdida afecta directamente a la salud del planeta y de las personas”. La buena noticia es que con acciones simples en el patio, balcón o jardín, desde la individualidad también podemos ayudar a preservar esa riqueza natural.
5 claves para un jardín con vida
Elegí especies nativas: incorporar plantas autóctonas en tu jardín no solo requiere menos mantenimiento y agua, sino que favorece la visita de aves, mariposas, abejas y otros polinizadores. En Tandil, por ejemplo, la Asociación Civil Custodios del Territorio señaló que se puede optar por chilcas, lantanas criollas, sen del campo o cortaderas.
Dejá un rincón silvestre: no todo tiene que estar prolijamente cortado. Un espacio de crecimiento libre, donde el pasto crezca un poco más, sin agroquímicos ni intervención, puede convertirse en un microhábitat clave para insectos y pequeños reptiles.
Sumá agua para la fauna: colocar un bebedero para aves o una pequeña fuente también ayuda a muchas especies, sobre todo en épocas de calor o sequía. Usá recipientes bajos y limpios, y renová el agua seguido para evitar la proliferación de mosquitos.
Construí un hotel de insectos: un "insectario" o refugio para abejas solitarias, vaquitas de San Antonio y otros insectos beneficiosos puede hacerse fácilmente con cañas, maderas con orificios o ladrillos huecos, colocados en un rincón seco y soleado del jardín.
Evitá el uso de agroquímicos: los herbicidas y pesticidas no solo matan plagas, sino que también dañan a los polinizadores y empobrecen el suelo. Probá con preparados naturales, asociaciones de cultivo y barreras físicas como alternativa.