Salud digital: límites sanos para reconectar con vos
El uso excesivo de pantallas puede generar irritabilidad, trastornos del sueño, fatiga ocular y mayor ansiedad.

Vivimos hiperconectados. El celular ha ido copando nuestra atención hasta acompañarnos en casi todos los momentos del día. Las redes sociales, los grupos de WhatsApp, las plataformas de trabajo remoto y la sobreabundancia de información nos invitan, y a veces nos empujan, a una disponibilidad permanente. Lo malo es que esta rutina digital puede alterar nuestros ritmos biológicos, disminuir la concentración, afectar el descanso e incluso nuestra salud emocional.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailSegún un informe de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), el uso excesivo de pantallas puede generar irritabilidad, trastornos del sueño, fatiga ocular y mayor ansiedad. Y, aunque este impacto se estudió principalmente en niños y adolescentes, en los adultos se registran síntomas similares, especialmente tras la pandemia.
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Así, diferentes investigaciones en todo el mundo, vienen demostrando que la exposición continua a dispositivos tecnológicos puede producir una sobrecarga sensorial que afecta el bienestar integral.
Hablar de “salud digital”, entonces, ya no es un lujo, sino una necesidad, lo que implica tomar conciencia del uso que hacemos de la tecnología y adoptar hábitos más consecuentes.
Vale decir que no se trata de renunciar a los dispositivos, sino de usarlos a nuestro favor, establecer límites, reconectar con lo esencial y priorizar nuestro equilibrio físico, mental y emocional.
5 hábitos para cuidar tu salud digital
Horarios sin pantalla: despertar y acostarse sin celular no es un detalle menor e impacta directamente en la calidad del sueño y estado emocional. La Universidad Favaloro y el Conicet demostraron que la exposición a pantallas antes de dormir reduce significativamente la calidad del sueño y puede afectar el rendimiento cognitivo al día siguiente. Proponete al menos 30 minutos sin pantallas al despertar y al acostarte.
Silenciá notificaciones innecesarias: cada aviso o vibración desconecta nuestro foco, incluso si no respondemos de inmediato. La interrupción constante fragmenta la atención, genera estrés y alimenta la ansiedad por estar siempre al tanto. No todas las apps merecen ese poder sobre tu mente. De hecho, el Ministerio de Salud de la Nación recomienda desactivar notificaciones automáticas, especialmente de redes sociales y juegos, para reducir la exposición a estímulos innecesarios. Tu paz mental lo va a agradecer.
Desactivá la auto-reproducción de videos: las plataformas están diseñadas para que te quedes más tiempo y la reproducción automática de videos es uno de los mecanismos más eficaces para lograr el “scroll infinito”. Eso quita tiempo, atención y energía. La ONG Chicas en Tecnología advierte sobre los riesgos de la economía de la atención, que monetiza tu permanencia en pantalla a costa de tu bienestar. Al desactivar esta función, recuperás tu capacidad de decisión y podés poner un freno consciente cuando lo necesites.
Programá “pausas digitales”: diez minutos sin pantallas cada dos horas puede parecer poco, pero es suficiente para descansar la vista, relajar la mente y reconectar con el entorno físico. Las pausas ayudan a prevenir la fatiga ocular, los dolores de cabeza y el agotamiento mental. El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) recomienda la técnica del 20-20-20: cada 20 minutos, mirar algo a 20 pies de distancia (unos 6 metros) durante 20 segundos.
Revisá a quién seguís y por qué: las redes sociales no solo muestran el mundo, también moldean cómo lo percibimos. Seguir cuentas que nos frustran, nos generan comparación o agobio puede afectar la autoestima y el estado de ánimo. Por eso es importante revisar a quién seguimos, con qué frecuencia consumimos ese contenido y cómo nos hace sentir. La Asociación de Psicología de Buenos Aires sugiere dejar de seguir o silenciar cuentas que no aporten valor real, buscár contenido que inspire, eduque o haga bien, y no que genere malestar.