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Así reformaron una casa del Barrio Falucho: “Se adaptó a una nueva idea de vivir los espacios”
Es una iniciativa del Estudio MÖC. “Se reformó una casa típica de barrio, pensando en la necesidad actual de habitar los espacios", contaron.
En Tandil hay una gran cantidad de barrios y zonas residenciales. Algunos con mucha historia, otros más nuevos o en formación. Pero uno de los más característicos y con una marcada identidad es sin duda el Barrio Falucho, a metros del Cerrito y a pocas cuadras del centro de la ciudad. Desde el Estudio MÖC intervinieron una de las típicas casitas del lugar, a partir de una propuesta tan innovadora como respetuosa del entorno. El trabajo resultó en una propiedad completamente reformada, moderna, funcional, con detalles de terminación únicos.
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El Eco de Tandil dialogó con Santiago David -arquitecto que junto a Luis Garro, Gustavo Venanzi y Nicolás Panozzi llevan adelante Estudio MÖC-, quien en el marco de una visita a la renovada casa, compartió cómo fue el proceso de intervención y los principales criterios que pusieron en juego a la hora de pensar la reforma.
“Esta es una intervención en una casa que tiene casi 50 años, de un barrio típico, el Barrio Falucho. Se diseñó pensando en una nueva concepción de vivir los espacios”, contó David, quien invitó abrió las puertas de la renovada casa e invitó a recorrer la propiedad ubicada en Pasaje Olivero al 300.
Se trata de una vivienda fácilmente reconocible desde el exterior por la presencia de una ventana circular en la primera planta. Esa es casi la única reforma externa que los profesionales de MÖC realizaron en pos de mantener la propuesta estética característica del lugar, respetando el aspecto de las casas bajas típicas del barrio al que cruzan avenidas, calles y pasajes.
Una nueva concepción de los espacios
El trabajo de los arquitectos e ingenieros del Estudio MÖC en la vivienda del barrio Falucho se aprecia en particular en el interior de la propiedad. Los profesionales optaron por generar una planta baja amplia con living y cocina separadas por una barra.
Se aprovecharon cada una de las esquinas y rincones para ubicar nuevos lugares de guardado, pensando tanto en la funcionalidad como en el confort de los habitantes. Tanto la planta baja como la planta alta modificaron completamente la propuesta estética interior a partir de la incorporación de madera y sutiles terminaciones tanto en la cocina como en las habitaciones y en los baños. Además, toda la vivienda cuenta con calefacción por radiadores en cada uno de los ambientes.
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Sobre la planta superior -a la cual se llega por una escalera con revestimiento en madera- el arquitecto Santiago David contó: “Cuando llegamos a ver la casa vimos el espacio que había entre el cielo raso y el techo y decidimos utilizar esos metros. Se generó una planta alta de dos dormitorios y un baño, lo cual nos permitió descomprimir la planta baja”. El resultado son dos habitaciones con techo de madera y ventana retráctil con vista a la avenida Serrano y al Cerrito.
Otro detalle de la escalera que lleva a la parte superior -y que marca gran parte de la nueva identidad de la propiedad-, es la enorme ventana circular de 1,40 metros de diámetro, “con un antepecho generoso que puede ser un lugar de lectura, un lugar para sentarse”, detalló el arquitecto mientras mostraba las diferentes funcionalidades que puede resultar del uso de la ventana.
La posibilidad de descomprimir la planta baja permitió desarrollar “un estar comedor en medidas generosas, una cocina cómoda con un buen lugar de guardado, con una barra, una relación a una galería y a un patio con una parrilla”, precisó David sobre el ambiente que a través de un ventanal conecta con el patio. “Utilizamos madera de demolición para algunas puertas, revestimiento de muros de escalera, y si bien son 50 años después, la intervención intenta ser amigable con el entorno existente”, concluyó el integrante del Estudio MOC.