La próxima cosecha fina llegaría a los 23 millones de toneladas
Durante el seminario Agrotendencias, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyectó para la próxima campaña una producción de 18 millones de toneladas de trigo y cinco de cebada..
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires realizó su tradicional Lanzamiento de la Campaña Fina en el marco de Agrotendencias 2023, el Seminario de Perspectivas Agropecuarias que la Federación de Acopiadores de Cereales volvió a realizar en el recinto de operaciones de la Bolsa luego de nueve años.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn la apertura, el presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, José Martins, destacó que la cadena agroindustrial necesita que la política tenga un entendimiento real de la actividad. “Solo necesitamos reglas claras. Desde el Consejo Agroindustrial hemos presentado un plan de trabajo a diez años”, dijo.
En su proyección, el equipo de la Bolsa presentó estimaciones de producción para el nuevo ciclo de cereales de invierno de 23 millones de toneladas.
En trigo, con una superficie sembrada de 6,3 millones de hectáreas (un tres por ciento más respecto de la campaña pasada), la producción podría alcanzar los 18 millones de toneladas, lo que superaría en un 45 por ciento lo cosechado el año pasado. En tanto que en cebada el área alcanzaría -al igual que el año pasado- los 1,3 millones de hectáreas. Para este cereal de invierno se prevé una producción de cinco millones de toneladas, cifra que igualará el último periodo interanual.
Así lo señaló Cecilia Conde, jefa de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales, quien compartió las estimaciones de área sembrada de rendimiento y producción, previo análisis del panorama económico, político y climático.
Un dato importante es que el 68 por ciento del área sembrada se encuentra en las regiones Sur y Centro Este de Buenos Aires, mientras que la producción en esta zona aporta el 80 por ciento del volumen nacional. En tanto que en la región Sur se encuentra el 76 por ciento de la cebada sembrada en el país y “afortunadamente hay una adecuada humedad para la siembra”, remarcó.
Escenario
Por su parte, Ramiro Costa, economista jefe de la BCBA, describió un escenario de relativa escasez, donde los números de la nueva campaña reflejan un contexto mundial y nacional de gran incertidumbre por aspectos tan disímiles como concatenados entre sí. El clima, el conflicto entre Rusia y Ucrania, la situación financiera mundial y la disponibilidad de insumos, son factores claves a los que hay que prestar atención.
También en el contexto global afecta la recomposición de los acuerdos entre China y Australia en el comercio de cebada, situación que provoca una de las mayores preocupaciones para la cadena de la cebada argentina, puesto que los cambios políticos y las modificaciones en los flujos comerciales podrían afectar un mercado muy importante que se abrió tras la tensión entre estos gigantes de Asia y Oceanía.
Luego de un año marcado por la sequía extrema, Eduardo Sierra -especialista en agroclimatología- se enfocó en el escenario climático que se espera para esta campaña. Según sus observaciones, se anticipa un escenario difícil, aunque se haya declarado el inminente ingreso del fenómeno de “El Niño”.
Los campos nos dicen que necesitamos lluvia y humedad en los perfiles ya. “Hay indicadores que muestran que está ingresando El Niño, aunque el Océano Antártico está frío y eso juega en contra. Eso hace atemperar a El Niño, porque los vientos polares desfavorecen”, remarcó Sierra.
“Todos quieren que una vez declarado El Niño empiece a llover. Pero no es así. Dependen de los vientos alisios. Es difícil lograr que las lluvias vengan en la cantidad que se necesita. No va a ser un Niño inundante, por lo menos no por ahora, quizás sí en febrero o marzo. Ahora estamos en una transición”, explicó el referente en clima de la BCBA. No obstante, señaló que “el sudeste triguero argentino es el único que se puede decir que está bien, con buenos perfiles hídricos”.
Para el experto, en mayo, las condiciones de precipitaciones no van a ser de las mejores, pero en junio las lluvias van a llegar en un momento clave mejorando las condiciones de humedad, lo que permitiría desarrollar una mejor siembra.
Un dato muy preocupante es la escasez de precipitaciones en la zona núcleo agrícola. ¿A qué se debe esto? “La construcción de la Hidrovía puede haber sido un factor disparador para que la zona núcleo parezca haber dejado de ser la mejor zona productiva. ¿Y si dejó de serlo?”, hipotetizó Sierra.
En resumen. “Estamos en una campaña que nos va a hacer sufrir. La potencialidad es alcanzable, pero hay que trabajar bien. No esperemos que porque se declaró El Niño sea un año de inundaciones. Estamos en un año de transición luego de tres Niñas consecutivas. Tenemos que aprender a trabajar en años donde no habrá excesos hídricos”, finalizó.
Mercados y precios
Sebastián Gariboldi, economista de la BCBA, informó que los precios de los granos disminuyeron respecto a los máximos del año pasado. Ahora bien, MATBA-Rofex señaló que el precio del trigo que se prevé para esta campaña 23/24 (sacando un promedio marzo a mayo) cotiza en 243 USD/tn, lo que representa un crecimiento de 37 dólares por tonelada en promedio, en relación a las últimas cinco campañas. Pero 19 por ciento menor al nivel interanual. Es decir que, sacando la campaña anterior, los precios siguen el promedio históricamente alto.
En cuanto a la evolución de los precios de los insumos, el especialista observó una notoria baja excepto en los combustibles fósiles. Urea 55 por ciento menos; PDA 34 por ciento menos; 2-4, seis por ciento menos; gas oil 17 por ciento más. En el mercado doméstico el precio del trigo tuvo una mejor performance respecto a los insumos, dato que permite prever un incremento de los márgenes.
En cuanto a márgenes brutos, por ejemplo, en la región sudoeste de la provincia de Buenos Aires, el especialista enfatizó que “para las alternativas de cebada y trigo junto a soja de segunda se encuentran por encima a las cifras de la campaña pasada”, remarcó Gariboldi. No obstante, alertó que a pesar de que hay un mayor incentivo económico en términos de márgenes, todavía queda mucha incertidumbre por el clima y la disponibilidad de insumos, en un contexto donde las divisas no sobran y las posibilidades de financiamiento para los productores no son las mejores.