Cansado de las órdenes que recibía, decidió actuar de la peor manera

Ocurrió en Rauch, donde  Raúl Ricardo Alonso, albañil y pintor, y Sergio Juan del Corral, maestro mayor de obras, trabajaban en una construcción a cargo de la Municipalidad; además, vivían en la misma casa, ubicada en San Martin 564 de la vecina ciudad. Todo iba bien, hasta que a mediados de julio de 1971, desapareció misteriosamente Del Corral, hombre de 62 años de edad. Se ignoraba su paradero y  consultado su compañero, decía que no tenía la menor idea y colaboraba con la búsqueda. Hasta que un cazador que andaba por un camino vecinal por la zona de “El Desquite” halló su cuerpo sin vida debajo de una alcantarilla. Había sido ultimado de varios golpes en la cabeza. Quedaba por establecer quién había sido   autor del hecho.

El Comisario Francisco Santos y sus subalternos Eusebio Zubiesky, Alvarez y Cristófaro a cargo de la investigación, requisaron la casa donde vivía la víctima, hallando un reloj pulsera de su pertenencia que les llamó la atención porque estaba sobre la mesa de luz de Alonso. Detenido éste, no supo explicar esa situación y abrumado por la prueba irrefutable, terminó por decir muy suelto de cuerpo: “Sí… yo lo maté… estaba cansado de las órdenes que me daba”

Luego declaró el malhechor que en compañía de Clemente Martin Tellechea, de 24 años, que vivía en la misma casa, sacaron al cuerpo sus ropas, quemándolas. Después,  lo envolvieron en una lona y lo llevaron en una camioneta hacia el lugar donde fue encontrado.