Sangre en Azucena: la carga mal contada que desató un doble crimen
La cosecha de papa había sido, en 1926, bastante buena. Los hermanos Domingo y Francisco Cifuentes habían sembrado varias hectáreas arrendadas y, si bien el precio de venta no era de los mejores, habían obtenido una buena ganancia, sobre todo de lo obtenido en el campo "La Pacífica" y en el de la sucesión de Julio Peña, ubicado este último en el Cuartel 7.

A mediados de agosto tenían necesidad de transportar más de 2.000 bolsas desde el primero de los campos hasta Azucena. A ellas se sumaban 196 destinadas a semillas que pensaban resembrar, las que debían llevar hacia el otro campo. Para ello contrataron una tropa de carros, como se acostumbraba a llamar entonces a un equipo de varios vehículos. Eran cinco carruajes conducidos por Ezequiel y Tarsisio Ratto, Luis Argento y sus hijos Vicente y José.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLa tarea se cumplió el sábado 14. Mientras los Rato y Luis Argento conducían la carga hacia el campo de Peña, los hermanos Vicente y José Argento se dirigían rumbo a Azucena, acordando juntarse los cinco en la tranquera del primero para arreglar las cuentas que al cabo de los viajes debían pagar los Cifuentes.
Así fue como, cuando culminó el traslado y descarga de acuerdo a lo convenido, comenzaron a contar las bolsas. Tenía que haber 2035 y había… 2020.